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MISION DE CUMANA..—PREAMBULO por Hojeda, Capitán de una armada, desde dos leguas mar abajo lo hablan tomado e desfondado los mismos indios, e muerto a cuatro de ellos, a los cuales tenían ahorcados, e al otro hallaron escondido en una ciénaga, el cual dijo como los indios los habían muerto estando de paz e rescatando con ellos... Desde allí fuese la gente dicha (de Cubagua) con los barcos a la provincia de Maracapana do estaba Hojeda. Viéronle en la playa con once Españoles, un cuarto de legua de su carabela, haciendo resca- te con los indios que estaban juntos muchos, e armados de sus arcos y flechas. Estos, a lo que después se supo, tenían concertado de los matar, e tomar la carabela, e como vieron a los del barco (de Cuba- gua), arremetieron a Hojeda y sus once; mataron los nueve e los dos huyeron a los barcos, el uno herido que murió dende a dos días. Vis- to lo cual, la gente de los barcos (de Cubagua) fué a la carabela que estaba sola, la tomaron, e en ella 150 marcos de perlas, y se volvieron a Cubagua. Este llojeda, el mismo día de la muerte de los dominicos por la tarde, en la provincia de Guanta, dos leguas más abajo del Monasterio, habiendo alquilado ciertos indios, que le trajeron mahiz rescatado de la tierra adentro, metió por fuerza en la carahela 31 de ellos, los cuales llevados a Cubagua, los ha enviado aquí el Alcalde mayor. Luego los pusimos en depósito sin les hacer trabajar, hasta ver lo que de ellos se deba hacer. Tan luego como supo la muerte de los dominicos, envió barcos di- cho Alcalde mayor de Cubagua a Cumaná con aviso de lo sucedido, por si se quisieren venir a Cubagua, como lo hicieron; desde allí con los dos dominicos ya dichos han venido aquí. Todo lo dicho sucedió el 3 de octubre hasta seis días siguientes, e dende a diez días una carabela que de aquí habla ido a rescatar perlas, llegó a donde mataron a Hojeda, sin saber lo acaecido saltaron en tierra a contratar como en otros viajes. Los indios más principales entraron en la carabela a comer e beber; dijéronles que tenían muchos rescates, que saltasen a tierra e no llevasen armas, porque no se es- candalizasen los indios, pues eran tan sus amigos. Salieron de la bar- ca el capitán e otros nueve, e no acabaron de desembarcar, cuando los mataron a todos; e inconünenti con sus canoas o piraguas fueron a to- mar la carabela. Los que en ella había cortaron los cables e huyeron a Cubagua. Dende a ocho días, con otra carabela de esta isla sucedió lo mis- mo entrándose los indios en ella a comer e beber, e convidándolos a rescates, los hicieron salir a tierra todos juntos, e mataron veintitrés de ellos; sólo escapó el capitán que habla quedado en la carabela con o- tros cuatro que le trujeron a este puerto.. Ha sido general la tristeza en esta isla ya por la muerte de los re- ligiosos e Españoles, como porque se interrumpió el trato de perlas,