BCCCAP00000000000000000000504

70 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA manifestaban con las obras) fuera el que a sus Padres Capu- chinos los hubieran muerto o llevado prisioneros. Pusieron todos tal cuidado en su guarda, que apenas oyeron la señal de arrebato, fueron todos a buscar a los Padres para llevarlos a la parte más segura y esconderlos de los enemigos; y siendo tan natural el cuidado de sus hijos y mujeres y de recoger sus aUza filias y bastimentos, todos se olvidaron de eso, y sólo pu- sieron cuidado en apartar del riesgo a sus Misioneros. 9. Divulgóse la noticia de esta desgracia por toda la pro- vincia, y se enviaron a S. Carlos 34 españoles y 50 indios de las Misiones de Piritu, con los que se reunieron 170 hombres para oponerse al enemigo. Los indios de El Pilar volvieron a reedificar su pueblo quemado, y hasta que el enemigo se puso por segunda vez a la vista de San Carlos (10 de marzo del 74) se hicieron algunas correrías, causando los rebeldes el daño que podían en las poblaciones de Misión; en una de e- llas, cogieron los Caribes cerca de El Pilar un indio con su mujer y un niño de pecho y los mataron, llévándose para co- mer el niño y una pierna del pdre. Mucho lo sintieron los Misioneros, y procuraron poner centinelas en los puntos más principales en espera de cualquier riesgo. Poco después de este suceso, juntándose los Caribes y los Chaymas con los franceses, pretendieron embestir la pobla- ción de San Juan; pero, cuando ya estaban cerca de ella, fue- ron rechazados por los indios de la Misión con tal brío, que los hicieron huir, escondiéndose en una montaña fragosísima por temor de ser alcanzados. Por estos meses, para fortificar a San Carlos, se labró un castillo pequeño, aunque fuerte y resistente, poniendo en él una trinchera, desde donde se podía pelear con seguridad de la gente y terror del enemigo. Lo supieron los franceses, y llevados de la codicia, volvie- ron con más gente por ver si podían saquear el lugar; y cuan- do los españoles descuidaron la conveniente vigilancia en. guardar los pasos por creer que se habían ido a sus islas sin pensar en nuevas aventuras guerreras, pudieron los franceses acercarse a San Carlos sin ser vistos, y se emboscaron en la

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz