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68 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA de armas y recorrió la tierra; mas tampoco surtió efecto esta diligencia, aunque por algunos meses fueron menos frecuen- tes las hostilidades. Después se volvieron a rehacer los Ca- ribes y comenzaron a molestar a los indios cristianos de las poblaciones y a los Misioneros que estaban al frente. 7. Se tomó entonces la resolución de fundar una villa de españoles en medio de las Misiones de El Pilar y San Juan Bautista, para que las defendiese de los ataques del enemigo, lo cual se llevó a cabo el año de 1671. Se llamó esta villa San Carlos, y subsistió POCO tiempo a causa de las continuas ase- chanzas de los rebeldes, que sin embargo con este freno por algún tiempo entraron en mayor cuidado. Los Caribes, como se reconocen dueños de la tierra y su- periores a los demás, pareciéndoles que tal fundación iba di- rigida principalmente contra ellos y les estorbarla sus corre- rías, entraron en consejo sobre lo que habían de hacer, y de- terminaron pegarla fuego por todas partes. Para esto llamaron en su auxilio a los franceses, moradores de las islas de Barlovento, representándoles los imaginarios agra- vios recibidos de los Españoles y la indignación concebida contra ellos, y que estaban resueltos a tomar venganza, fal- tándoles sólo su amparo; les ponderaron las ventajas que re- portarían de la expedición, asegurando que en San Carlos había muchas riquezas en caballos, mulas, vacas, sebo y co- rambre, y que la gente era poca, pues apenas llegaban a vein- te vecinos, por lo cual fácilmente se podrían hacer dueños de todo; y que si gustaban de poblarse entre ellos, lo tendrían a mucha honra, así como también otros indios vecinos. Rindiéronse los franceses a las persuasiones de los Cari- bes, y estimulados de la codicia, se fueron con ellos treinta soldados, entrando por las bocas del río Guarapiche; sabedo- res (le que se hallaban en casa de un Caribe tres españoles y asimismo de una ranchería de españoles que estaba allí cer- ca, dividiéronse los franceses y los caribes en dos grupos, a fin de coparlos a todos cogiéndolos descuidados y quitarles la vida; y al amanecer del 26 de octubre de 1673, embistieron a los españoles, matando a los tres que estaban en casa del ca- ribe y a dos de la ranchería.

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