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MISION DE MARACAIBO.—CAPITULO VII 417 El P. Justo de Valencia, al obtener permiso de las au- toridades civiles y eclesiásticas para instalarse al lado de la Capilla de Santa Bárbara, a fin de terminar su fábrica y ejercer en ella el ministerio apostólico, parece que no se cuidó de exigir ningún documento de garantía para el por- venir a favor de los Misioneros ni (le la Cofradía de la In- maculada Concepción. 2. Era aquel Hospicio residencia del Pr efect o de las Misiones y su secretario, y de algún enfermo o anciano que les acompañaba; ninguno se ocupó de los títulos de propie- dad (le la Capilla hasta el año 178 en que debió surgir al- gún roce o competencia entre las dos Cofradías, lo que mo- tivó que el Prefecto que entonces gobernaba las Misiones, R. P. José de Autol, elevara a Su Majestad una solicitud en la cual, después de hacer una breve reseña del Santuario, pide el derecho de propiedad, en atención a que fueron los Capuchinos los que terminaron la fábrica y vienen soste- niendo desde hace cuarenta años el culto y la Cofradía de la Inmaculada. Esta es la representación (1): "Sacra Rl. Magestad: Fr. José (le Autol, Religioso Capuchino, Prefecto de la Misión de Maracaibo, y Director de la Confraterni. dad de la Purísima Concepción, y Apoderado de ella, como consta del testimonio que acompaña a este, puesto a los Reales Pies de V. M., con el más profundo respeto y en nombre de ella dice: Corno en esta ciudad de Maracaibo se echaron los cimientos con las licencias necesarias a una Ermita con el Titulo y advocación de Sta. Bárbara, de largo de treinta y (los varas, y de ancho diez fuera (le paredes. Así estaba hasta que Gregorio Padilla se animó a' levantar en dicha ermita y sobre estos cimientos una Capilla con el fin de colocar en ella una Virgen de. su devoción intitulada la Madre de Dios de la Caridad, la que no pudo conlairla del todo con perfección. Así estaba dicha Ermita hasta el año 1747 que llegó a esta ciudad el Vene, P. Fr. Justo de Valencia abrasado todo en el amor de la Purísima Concepción, y deseoso de extender su devoción en los co- razones de los Fieles y también el Culto de dicha Dña. Sta. le vino el pensamiento en hacer levantar dicha Ermita y colocar en ella Altar y Imagen de este Misterio y entablar en ella la Confraternidad de la Purísima que tenia tan en su corazón como consta del adjun- to testimonio sacado del Libro de la Confraternidad, para que en (1) Febres Cordero. Documentos cits. pág. 126.