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412 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA 5. Con fecha 26 de enero de 1810, el Rdo. P. Prefecto de estas Misiones de Navarra, Fr. Miguel de Tudela, hizo el Padrón de los indios Motilones, que estaban a cargo de di- chos Misioneros, el cual no difiere apenas del anterior, es como sigue (1) Pueblo Año de fundación Indios Piche ...................... 1735 139 Sta. Bárbara .................. 1780 160 Sta. Cruz .................... 1781 251 Buenavista .................. 1783 75 La Victoria .................. 1784 207 San José .................... 1785 72 Llinoncito .................... 1786 110 Sta. Rosa .................... 1787 99 Apón ...................... 1789 74 El Pilar .................... 1793 104 Total ....................1.291 De estos indios tan sólo 47 se conservaban gentiles, y todos eran de la nación Motilona, excepto algunos Sabriles, Coyamos, Aratomos y Chagues existentes en el primer Pueblo nombrado Piche. Salta a la vista la notable disminución de estos indios en e) espacio de menos de treinta años, pues, según la Real Cédula de 1783, que se ha copiado, existían en dichas Misiones ocho mil fami- lias, lo que da aproximadamente una población de cincuenta mil almas". 6. A principios del auio 1817 se promovió en Maracaibo un largo y enojoso expediente entre los Misioneros y el litmo. Sr. Dr. Rafael Lazo (le La Vega, dignísimo Obispo de Méri- da y Maracaibo; como es tan extenso y tan desagradable, só- lo copiamos la siguiente carta, escrita por el M. R. P. Pre- fecto y sus Conjueces al Rvdmo. P. Comisario, en la cual ha- liamos la causa de tan lamentable desagrado (2): "Rvdmo, P. y amado P. Maestro. Hospicio de Maracaibo, 8 de Diciembre (le 1818. El 30 de Noviembre próximo se celebró la segunda conferencia en el Palacio del Sr. Iltmo. más infructuosa que la primera, como verá V. C. del extracto que aeOmpaio a las co- pias de oficios del Sr. Obispo, y mis contestaciones hasta el día, sin que se pudiese resolver cosa alguna. (1) Febres Cordero, Documentos cits. pág. 110. (2) Documentos enviados por el P. Rionegro a la Academia Na- cional de Caracas. L. 38,