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408 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA ras de coleta: este género se toma en Real Factoría por piezas, su costo regular es a dos reales y medio y tres menos cuartillo por vara después se tiñe de negro: con este género se han vestido los Reli. giosos de esta Misión hace años, y cada uno necesita dos hábitos al año regularmente; digo regularmente pues el que suda mucho o es- tá en nueva fundación, bien tendrá necesidad de tres hábitos al año; de esta coleta se visten también ordinariamente los Indios, y tiene este género mucho consumo en este país, como es público. 39 Que no se sabe de fijo lo largo de las piezas de coleta, por tener unas ciento y cincuenta, otras ciento y setenta y otras 1 ciento y noventa varas; también tienen variedad en lo ancho, pues he visto unas de vera y otras de tres cuartas de ancho; de este géne- ro teñido, remito la adjunte muestra del modo que se usa en la Mi- alón teñida, que de ancho tiene tres cuartas escasas, y de lo largo / como media vera, conforme se pide en este artículo: esta coleta se vende en la Factoría de la ciudad por piezas, y si se compra varea- 1 da, en tal caso se toma a los revendedores pagando tres reales por vara; y habiendo preguntado en la Factoría si este género es Na- clonal, se me ha respondido que es extranjero de Hamburgo; su co- br natural no es del todo blanco, y algunos Misioneros en los Pue- blos de su residencia tienen el hábito de su solor sin teñir, porque 1 el calor y los mosquitos no permiten otra cosa. 49 A este punto digo que no se observa regla en distribuir los hábitos, sino que cada uno lo hace cuando lo necesita, y lo costea de su sínodo. 59 Digo que la coleta que se ha usado hasta aquí no es acó- modada para los Religiosos de esta Misión, lo uno por el color ne- gro que aumenta el calor de este ardiente clima, y aumenta los trabajos del Misionero, lo otro i)OF(lUC en los pueblos donde hay pla- ga de mosquitos acuden éstos a lo negro con tanta abundancia, y mortifican con sus aguijones, de modo que se ven precisados los Mi- aioneros a tener hábitos sin teñir, y lo que desean todos es lienzo aplomado del que doy por muestra este pequeño retazo. Esto es lo que tengo que exponer en el asunto, que deseo esté a :- medida de las rectas intenciones de Su Magestad, a quien pido a Di-os le prospere por muchos años. De este Hospicio de Capuchinos de Maracaibo, a 13 de Enero de 1787. —Fr. Celedonio de Zudaire, Pro- curador". Este documento nos da idea de la pobreza en que vivían los Misioneros, vestidos de la misma coleta que usaban los indios, y también nos da cuenta de los religiosos que había en la Misión de Maracaibo en 1787, que eran 18, número muy limitado para la extensa región que debían evangelizar.