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MISION DE MARACAIBO.—CAPITULO IV 387 En la jurisdicción de Valledupar fundó la Misión los pueblos del Tupe, San Antonio del Jobo, Sabana del Tuerto, Espíritu Santo (Codazzi), Fernarnbuco, Tuqui o Paraíso, Sicarare, y Casacará de in- dios Chimilas, Tocaimos y Motilones. En Sabana del Tuerto, hoy Palmira, eran indios Tocaisuos a los que agregaron algunos Chimilas que los Padres sacaron de la sierra. "Esta Nación—dice el P. Mora- talla—aunque a los principios se mostró tan bárbara e inhumana que se llegaron a comer a un Capuchino llamado el Padre Tododella en las primeras entradas que hicieron, en el día se manifiesta muy flexible y corregida y con muchos deseos de que sus hijos aprendan la doc- trina cristiana". De estos pueblos subsisten hoy día ci Tupe y Espíritu Santo o Co- dazzi, y todavía he conocido yo los últimos ranchos de los pueblos de San Antonio del Jobo y Sabana del Tuerto o Palmira, que des- pués de Ja pacificación de los Motilones, conseguida en el año de 1914, se está reedificando de nuevo. En la Misión de los Chimilas, fundaron los Capuchinos los pue- blos de Garupal, Las Pavas, Punta Gorda, Santa Martica, el Paso del Adelantado, San Antoñico, y San Luis de Guaquiri. En la Sierra Nevada, jurisdicción de Valledupar, además de los pueblos de San Pedro, San Miguel y San Antonio, que están en la parte norte de la misma sierra y de los cuales te hablé al principio, fundaron los pueblos de Atánquez, Santa Ana, Talco y San Sebastián, también de indios Arhuacos y en la parte sur de la sierra. Me consta que subsisten como pueblos civilizados Las Pavas, Punta Gorda, Santa Martica, San Antonio, El Paso del Adelantado y Afán quez. San Miguel y San Sebastián subsisten como pueblos de indios Arhuacos, no del todo civilizados. En San Sebastián tenemos actualmente un floreciente orfelinato (de estos te hablaré más ade- lante). Los indios de San Pedro debieron de refundirse con los de San Miguel. Lo prueba el hecho de poseer este pueblo dos imágenes en su Iglesia, la de San Miguel y la de San Pedro, y de celebrar dos días seguidos de fiesta, dedicados uno a cada santo. Esta costum- bre no la observan los demás pueblos de Arhuacos, los cuales sólo tienen una imagen, que es la del patrón del pueblo. S. Después de haber leído todo lo que antecede, comprenderás que España empleó cuantos medios pacíficos pudo para sacar a los in- dios de su estado salvaje y darles el grado de civilización que ella poseia, que era el mayor del mundo en aquellos gloriosos tiempos. Y si a los Goajiros no se logró civilizarlos, a parte su tenaz resis- tencia en recibir las enseñanzas de los Misioneros, fué porque no se quiso emplear otros medios que los (le la persuasión y el convenci- miento, ya que el mismo Gobernador de Santa Marta, como dice el P. Moratalla, "no podía sujetarlos con rigor sin expresa orden de la Majestad". De esto a no poder hay mucha diferencia.

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