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MISJON DE MARACAIBO.—CAPITULO IV 383 les en Río Hacha, los Misioneros de aquella provincia cobran allí mismo sus sínodos. Por lo que hace al costo que origi- nan al Rey en el viaje dichos Misioneros, desde que desem- barcan hasta que llegan a su destino en América, si se tia- ta de las Misiones vivas, poco puede costar, respecto de estar éstas cerca de la costa, a no ser que el desembarque sea en Caracas o Cartagena, que están distantes de Río Hacha. Para llegar a Santa Fe, los Misioneros necesariamente han de hacer algunos gastos de consideración, por ser un viaje de muchas leguas, la mayor parte de navegación por el río Magdalena. Para esta navegación, necesita cada Misio- nero equiparse en Cartagena de Indias de cama y mosquite- ro, sin cuya prevención no puede hacer el viaje por la moles- tía de los mosquitos. También tiene que proveerse de víve- res, al menos hasta Mom pos y contratar un barco que nece- sita para una Misión de diez religiosos, por lo menos, veinte remeros, y a cada uno hay que darle veinte pesos y la co- mida hasta Onda; esto, además de lo que hay que pagar por el viaje de tres días desde Cartagena al primer puerto del río Magdalena. Desde Onda a Santa Fe, se hace el viaje por terrenos ásperos y quebrados, en caballerías, y se tarda cinco días en llegar. Cada caballo cuesta en este viaje tres pesos y medio o cuatro. En resumen, que no se puede hacer un cálculo exacto de lo que cuesta una Misión desde el momento de desembarco hasta que llega a su destino, porque pueden variar las con- tingencias de crecientes o disminución de aguas en el río u otras mil circunstancias que, retardan los viajes y aumen- tan, por consiguiente, los gastos de los pasajeros. Además, los Comisarios encagados de ir pagando estas cuentas, son poco escrupulosos, y al presentar los recibos al jefe de la Misión, no le es fácil averiguar si realmente son ciertos aque- llos gastos, y con frecuencia son perjudicados ¡os intereses de la Real Corona. Le dicen al religioso: Firme Vuestra Pater- nidad estas cuentas; y el Padre las firma sencillamente, sin averiguar en qué o por qué. Estas son las noticias más recientes que he podido obte- ner de las Misiones de los Religiosos Capuchinos de la pro-

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