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38 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA Caribes: y todas bien difíciles de aprender, y más de pronunciar. To- das estas naciones habitan ordinariamente cerca de los ríos, y allí buscan las mejores tierras para sus labranzas: con eso tienen el agua cerca, para beber, y bañarse, y también para pescar". Y continúa hablando de los Farautes en términos pare- cidos a la anterior Relación. 3. Ningún pueblo de América ha dejado tal fama de bar- barie y crueldad como el de los caribes, y por eso fué el más difícil de reducir. "La nación de los indios llamados Caribes (1), con ser la menos numerosa, es la más temida de todos los indios. Son los caribes de lin- do arte y disposición, tan conocidos por eso, que un caribe, entre mu- chos otros indios, con andar todos desnudos, sólo en la disposición es conocido entre los demás. El trato es muy agradable con quien conocen igualdad o superioridad; con los indios de otras naciones se muestran muy soberanos y como dueños y superiores suyos; hacen que les sir- van, como si fueran sus criados o esclavos, que les vayan a cazar y pes- car, y que les hagan sus labranzas. Son horrorosísimos a todas estas naciones por sus crueldades, lo principal por comer carne humana. Su ejercicio ordinario es andar a caza de indios para comer. Los que matan en sus guerras, luego lo& asan para poderlos mejor guardar incorruptos; los que cogen vivos, los traen conigo a sus tierras, y, si están flacos, los engordan, y en estan- do gordos, los matan y los comen. Cuando han hecho una gran presa de estos indios, tienen grandes fiestas en llegando a sus casas; se con- cregan grande número de Caribes, hacen su borrachera de importan- cia; disponen sus bailes y danzas, y mientras dura la bebida, que sue- le ser de tres o cuatro días, todo es beber y comer de aquellos indios que cogieron; suélense juntar a estas fiestas más de cuatro mil almas. El modo que tienen en matar los que cogieron prisioneros para comérselos, es ponerse todos de gala, y a los indios que han de matar los engalanan mucho a su modo; despuél de así aliñados, los van sa- cando a la plaza, donde está la demás multitud; en medio de dos cari- bes armados sale uno de los que ha de ser muerto, delante del cual va otro caribe armado; de este modo están bailando un rato en aquella (1) Relación citada; pág. 78,—"Tienen los caribes entre sí mu- cha unión; si a uno de ellos algún indio de otra nación le hace algán agravio, luego todos se convocan para la venganza; y esta es la cau- sa por qué siendo ellos tan pocos, que en esta provincia no se halla- rán doscientos de guerra, estos son bastantes para que las demás na- ciones, que sin comparación son más numerosas, les tengan tanto ho- rror, por no tener la unión de los caribes; sólo tienen unión las demás naciones con sus parientes, y no más; de modo que si reciben algún agravio, si sus parientes no le vengan, los demás se están muy en su paz". (Idem, pág. 82).

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