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MISION DE MARACAIBO—CAPITULO III 373 que participa el estado de las enunciadas Misiones de la Goajira, contrastando su poco adelantamiento. Además, se vió un memorial de Fr. Celedonio de Calahorra, de la propia religión de Capuchinos, y Provincial que fué (le la provincia (le Navarra y Cantabria, en que expresa haberle hecho repetidas instancias los religiosos (le ella en sus capítulos y congregaciones, sobre que se les emplease en las Misiones de América y reducción de aquellos infieles, asignándoles territorio para ello sin perjuicio ni complicación con las demás re- ligiones que mantienen en esos reinos, y teniendo en cuenta otros antecedentes y, sobre todo, lo que en esté asunto ha expuesto mi fiscal: He resuelto, a consulta de dicho Consejo, aprobaros entera- mente vuestra solicitud, como el medio más conveniente y cabal pa- ra el servicio de Dios y mío, extensión de la fe y alivio de los Mi- sioneros, consiguiente acrecentamiento de mi Real Erario: La sepa- ración de las Misiones de las dos enunciadas provincias de Maracai- bo y Santa Marta, y que aplicándose la de esta última y la del Río- Hacha a los actuales Misioneros de la provincia de Valencia, se en- cargue de la primera de Maracaibo a los de Navarra y Cantabria, concediendo así mismo permiso para que pasen hasta doce religiosos, incluso el Prelado, con los sínodos correspondientes a las cajas que se expresan en los despachos para ello expedidos por la Secretaria general de estos Reinos, lo que tendréis entendido para que, de acuerdo con el mencionado Obispo de Santa Marta, Sis todas las providencias necesarias a fin de que los indios dispersos vuelvan a restablecerse y reducirse en sus antiguas ocho poblaciones, u otras, según conviniese y más cómodamente se pueda, como está preveni- do y mandado por Cédula despachada el año 1739, en inteligencia de que por otra de esta fecha se previene lo mismo al expresado Rvdo. Obispo (le Santa Marta para que contribuya en todo eficazmente por su parte a obra tan justificada y santa, y que tal es mi volun- tad. Dado en Buen Retiro, a 20 de abril de 1749. Yo, el Rey. Hay una rúbrica. Por mandado del Rey, N. S., D. Joaquín José Vázquez Morales, Serio". Cumpliendo la orden del Rey, los PP. Valencianos en- tregaron las hermosas regiones por ellos evangelizadas y redu- cidas en Mérida y La Grita, con los pueblos por ellos fundados a costa de su trabajo, que fueron los siguientes (1): Purísima Concepción del Naranjo, Nuestra Señora del Carmen de Riochiquilo, Santa Bárbara de Guaraque, San Miguel de Saba- rzanueva, Nuestra Señora de Belén, San Fidel de Tinicoa y San Francisco. (1) P. Eugenio de Valencia. Artic. en "Revista de la Exposición Misional Española", núm. VII. pág. 308.