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356 OS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUEL de la Margarita que salió de Cádiz a principios del año 1696 (1). Llegaron a Cartagena de Indias en ocasión que esta ciudad era azotada de una peste maligfla, y entre tanto que encontra- ban barco para trasladarse a Santa Marta, se consagraron a cuidar de los enfermos y adininiStr los últimos Sacramentos a los m oribundos, en cuyo ejercicio murió otro de ellos; los restantes con Fray Mauro se trasladar01 a Santa Marta, y a - cordaron que se instalaran en las inmediaciones de la villa de Río Hacha. 3. En esta villa se juntaron con el P. Orihuela y sus tres compañeros que debieron hacer el viaje por tierra, a través de la Goajira se a comodaron en un sitio que llaman Laguna n para hospicio una casa de ha- de Fuentes, donde les diero dicha villa de Río Hacha. Em- tos, cuatro leguas distante de pezaron luego a ejercer su ministerio co por n gran celo, ganan- do para Dios un cacique muy ladino, a quien pusieron nombre en el Bautismo Juan MariscOti, y él y todos los suyos fueron c atequizados y bautizados en el transcurso de un mes, los cuales serían unas cien personas, que servían de buzos en la pesca de perlas que se cogen a tres leguas de allí, en las bocas del río, mar adentro. Estos indios vivían antes en una ranchería a una legua de distancia, en un sitio llamado osa y no tener aguas. corrientes, Menores; pero por ser aren media legua de allí un pueblo con fundaron los Misioneros a u iglesia sobre unas vegas del río Camacho. Estando en la fundación de este pueblo en fermaron todos los doce Misioneros de la peste que trajeron de Cartagena y falta de alimentación; y padecieron grandísimos trabajos, pues el terreno era malsano, por la corrupción de las aguas en las lagunas y charcas rebalsadas que hay por allí, cuyos vapores pútridos corrompen e infeccionan el aire. Además carecían de todo consuelo y socorro temporal, sin poderse ayudar ni cuidar los unos a los otros, pues todos estaban postrados con (1) Parece ser que en este número está i nc luido Fr. Mauro; pues a estos ocho se unieron los cuatro Misioneros de Los Llanos, que sun- tos suman doce, y sabernos que después de haber fallecidO uno en Cartagena y siete en las riberas del río Camacho, sólo quedaron cuatro con vida, y si Fr. Mauro no estaba incluido entre los ocho em- barcados en el Patache Margarita, hubieran quedado cinco, l cual está en contra de lo que afirman los documento.

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