BCCCAP00000000000000000000504

340 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA vez, u quedó solo el del coronel Hamilton. Era éste hombre de claro ingenio, y unía a una gran capacidad industrial el ta- lento de saber combinar sus intereses con los de los otros a quienes daba la mano y ayudaba con sus consejos, y llegaron todos a gran prosperidad. En sus frecuentes viajes a las Antillas formalizaba con- tratos para el abasto de carnes, y como no tenía competencia, conseguía altos precios, entre 20 y 30 pesos por sus reses y las ajenas. Muerto violentamente en Ciudad Bolívar el año 1840, todo se acabó en poco tiempo. Tal fué el remate final de los famosos halos de las Misiones del Caroní.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz