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MISION DE GUAYANA—CAPITULO XIII 335 fes republicanos se apoderaron de todos los bienes de las Mi- siones, no sólq de los que eran comunes, sino también de los particulares. La iglesia esiaba cerrada y la casa misional o convento convertido en cuartel. Además, con todo aquel al- boroto de soldados, reclutamientos, sacas de ganado, los in- dios no habían podido cultivar sus labranzas ni hacer sus siembras, y por añadidura les habían impuesto contribución por los bienes de que habían sido despojados. En estas con- diciones, ¿qué atractivos podía tener para ellos el pueblo, sin culto, sin Misioneros, sin garantías? Es, pues, evidente que junto con los Misioneros desapare- ció toda la prosperidad del Caroni, porque el Gobierno repu- blicano, sin sacerdotes para que atendiera a las desorganiza- das Misiones, nada eficaz podía hacer en orden a conservar aquellos pueblos, y al tratar de contener los indios, por la fuer- za de las armas, lo que hicieron los soldados fué vejarlos y hacerles más odiosa aquella vida que no ofrecía ventaja al- guna. * * * Terminarnos el estudio de las Misiones del Caroni, con- signando el testimonio de los turistas extranjeros que visita- ron estos pueblos, fundados por los Misioneros en Guayana, poco antes de ser destruidos. Es el primero el señor Lavayas- se, quien hace grandes elogios de la riqueza desarrollada en toda la región del Caroní por la actividad y pericia de los Mi- sioneros, y luego, concretándose a los pueblos, dice: (1) Vea- ¡nos ahora lo que es una Misión en Guayana: El Misionero es el jefe y administrador de la población; tiene a sus órdenes alcaldes escogidos entre los indios, que son a su vez jefes polí- ticos. La iglesia y la casa del Misionero son grandes y bellas, pero sin lujo, adornadas de cuadros religiosos. La aldea de los indios es un cuadrado, en el cual cada fa- milia india tiene su casa, edificada de barro o ladrillos crudos, bien abrigada y con techo cubierto de palmas. Cada casa tie- ne al frente una pequeña galería, que contribuye a hacerla más fresca. (1) Tomamos estos datos de Duarte Level, Historia Patria, págs. 157-8.