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328 LOS FRANCISCANOS CAP1CHINOS EN VENEZUELA ron; como fieles hijos era un deber, tanto más cuanto que por aquellos días regiones enteras de Venezuela y militares valerosos sostenían la soberanía de la nación colonizadora hasta con las armas, fuera de que hubiera sido locura ladear se a la causa republicana los Misi oneros' Angosturay estando bajo la mi- rada de los Reales destacamentos de Caicara, GuaYana Vieja. Cotinuaro 0 a las tropas Reales n, por tanto, fieles a su bande n ra desde 1810 hasta 1817, aprovisi0fld como lo venían haciendo hacia casi un siglo, desde su defini- tivo estahlCCi1flit0 en Guayana, a exigencias de los gober- nadores que se iban sucediendo, porque no habla otros recur- sos en aquella región. En 1816 el Gobernador de Angostura les pidió, además de las provisiones ordinarias, cuatrocientos indios flecheros y setecientos caballos. Cuando el general Piar con su ejé ró vadear el río rcito log Caroní, y en sol' de conquista se entró por el territorio de las Mi- Misiones, el Prefecto Y el procurador, que residían en la sión de San Antonio de Caroní, se pusieron a sus órdenes y lo atestigua el mismo ge- llevaron a alojar 'a u convento; así lo de sus cura- neral en su diario. Pero de repente los depuso uciones y dió orden de encarcelar— tos, los despojó de sus atrib los a todos en ci convento de Caruache. Ante tan extraña me- dida, de la cual fundadamC1te podían temer excesos mayo- res, muchos Misioneros trataron de huir a lugar seguros sin lograrlo más que siete que se dirigieron a Demerara (1). El diario de o peraciones del general Piar nos habla de tres Misioneros capturados en la línea de la mesa de Angostu- ra, y de ocho apresados por el teniente Orta camino de la co- lonia inglesa, y de otros tres conducidos al cuartel general el 28 de febrero, más cinco detenidos en Santa María y llevados a Caruache el 7 de marzo. Desgracia irreparable fu¿ para Venezuela el que no se dejara huir libremente a estos infeli- ces Misioneros. De todos los apresados uno solo hizo alguna resistencia, según el citado diario de o peraciones de Piar, entregándose (1) Fueron éstos los s iguientes: Fr. Juan de Vich, Fr. NicoláS de Vich Matará, Fr. murieron en Manuel de Vich, Fr. Pedro de Pregal y Fr. Seratin de AreflS. Dos de ellos la huida.