BCCCAP00000000000000000000504

AL LECTOR No se extendió solamente la actividad de los Misioneros puchinos durante los siglos XVII y XVIII a evangelizar los tensos campos de Los Llanos de Caracas, donde dejaron nrosas e indelebles huellas de su cultura y de los esfuerzos lizados para reducir a los indígenas a vida social y cristia- ; también llegó su apostólico celo a casi todas las regiones. e componen hoy la floreciente República de Venezuela. Por el Oriente establecieron la Misión de Cumaná, que ató su campo de acción civilizadora en gran parte de la tigua Capitanía cumanesa, abarcando todo lo que actual- nte comprenden los Estados Sucre y Monagas; en cuyo te- torio consiguieron tan rápidos y ventajosos frutos, que, es- do todos los indios levantados en armas contra los blan- s, al poco tiempo de llegar los Misioneros los pacificaron y ujeron a población dando principio (le esta manera a nu- rosas y prósperas villas y ciudades. A esta Misión siguieron la de la isla (le Trinidad, arreba- a a Venezuela, de la que según la Historia, la Geografía l derecho debe formar parte integrante; y la famosísima la Guayana, conocida también con el nombre de Misión Caroní, en la cual, después de superar muchas vicisitudes rabajos vencidos por la superior e inteligente organización los Misioneros, lograron levantar, en el dilatado territorio e se extiende hasta la Guayana inglesa, hermosas poblacio- , hoy casi totalmente desaparecidas, que fueron entonces porios de riquezas y adelantamiento, principalmente en la ricultura y ganadería, desarrolladas en tal número y canti- d que proveyeron sobradamente a los ejércitos en la guerra la Independencia.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz