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MISION DE GUAYANA.—CAPITULO X 293 y además el desprendimiento y acuciosidad con que el Pre- fecto de las Misiones atendía a las indicaciones y exigencias del Gobernador, mandándole hombres de guerra equipados para la defensa del país y toda clase de bastimentos para sos- tener las tropas. Pero desgraciadamente el señor Gil fué re- levado de su cargo al año siguiente, y le sustituyó el Tenien- te coronel D. José Felipe de Inciarte, el cual llegó a Guayana con el látigo levantado para hostilizar de todas maneras a los Misioneros, como se echa de ver por los documentos que he- mos insertado más arriba, y los que van a continuación. Luego que llegó a Guayana, a principios del año 1799, con fecha 14 de febrero, dirigió al bondadoso Prefecto, M. R. P. Fray Buenaventura de San Celonio, un oficio que por su tono revelaba lo que podían esperar los Misioneros de aquel man- datario. Dice así: "Enterado de la novedad ocurrida en las fortalezas de la antigua Guayana sobre abasto de carne y casabe, de que a 12 de enero me re- presentó el sargento Francisco Monserrate, acompañando una carta del Rdo. P. Fr. Félix de Vich, fecha 28 de diciembre último, de lo cual hasta hoy me hallaba ignorante, doy orden con esta fecha al expre- sado sargento de que pase a tratar con V. Bcia. en el particular, para que como me prometió y siempre lo ha hecho esa V. Comunidad, se ponga de acuerdo en el número de arrobas de carne y casabe y ca- bezas de ganado vacuno que podría V. Reja, hacer remitir para el consumo de las fortalezas, como lo demás que el mismo sargento ex- plicará; en la inteligencia de que doy también orden al comandante de las fortalezas que no se dé motivo de interrumpir el buen orden que se había establecido, y en adelante debe seguirse, para la seguri- dad y constancia de estas especies, sin oponer a un asunto de prime- ra necesidad auxilios eventuales de los particulares, que sólo atienden y ocurren cuando les está bien al propio interés y no al servicio del Rey. Yo espero que V. P. Rda., allanando cualquiera dificultad que se presente, contribuirá, como acostumbra, a que se provean aquellas fortalezas de las cabezas de ganado que necesitan para el consumo diario y en las ocurrencias de la presente guerra que se pueden ofre- cer, en cuya confianza quedo. Dios guarde a V. Rcia. muchos años. Guayana, 14 de febrero ¿le 1803.—José Felipe de Inciarte. Al Rdo. P. Prefecto, Fr. Buenaventura de San Celonio". Los tres oficios que preceden se conservaban en el Archí- yo de la Misión del Caroni, y los incorporó en el expediente

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