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MISION DE GUAYANA.—CAPITULO VIII 251 Cédula se asigna simplemente la fundación de esta villa a los Misioneros Capuchinos (1): "El Rey.-..--Virrey, Gobernador y Capitán General del Nuevo Rey- no de Granada, y Presidente de mi Real Audiencia de Santa Fé. Con carta de primero de Agosto de mil setecientos y setenta acompañó el Gobernador de Caracas, un estado que manifiesta el que tenía en fin del año de mil setecientos sesenta y nueve, la nueva poblacion de la ciudad y provincia de la Guayana; expresando, que además se esta- ban fundando entónces la Villa de la Esmeralda en el Alto Orinoco, como Yo tenia mandado, y en la márgen septentrional del río Para- guaceria de la isla de Ipoque, y tres jornadas y media al Sur de a- aquella capital, otra por los Misioneros Capuchinos Catalanes, nom- brada ]3arceloneta; cuyo establecimiento es importante, no sólo para el adelantamiento de la reduccion de los Caribes, y demas gentiles que habitan el interior de la provincia, mas tambien para asegurar á los vecinos de aquella ciudad en la posesion y disfruto (le las buenas tierras que sp van descubriendo en el intermedio de las (los: que al mismo tiempo habla capitulado en los términos que prescriben las le- yes de esos Reynos, Don Francisco Villasana vecino de la nueva Gua- yana, fundar una Villa con el nombre de Carolina, en la margen sep- tentrional del río Aray, treinta leguas al Suroeste de aquella capital, donde con otro de Indios que estaba fundado en las márgenes del Ere- vato, facilitará la comunicacion con el Alto Orinoco, y el trasporte de los cacaos de los bosques del río Pádamo y producirá para reduccion de los Indios bárbaros iguales efectos que Barceloneta. Con otra carta de veinte y dos de Enero de mil setecientos setenta y uno acom- pañó el referido Gobernador de Carúcas otro Estado de la nueva po- blacion de la Guayana, y el mapa de toda aquella provincia, que con fecha de treinta y uno de Diciembre del año antecedente le remitió el Comandante de ella Don Manuel Centurion, el cual se reduce a mani- festar el aumento de pueblos, personas, fanegas de tierra labrada, y cabezas de ganado que ha tenido la enunciada Provincia de Guayana desde el año de mil setecientos sesenta y cuatro en que se hizo la tras- lacion de la ciudad del mismo nombre a la angostura del río Orinoco, hasta el de mil setecientos y setenta comprendiendo igualmente el respectivo total, con que se hallan aquellas poblaciones; expresando el citado Comandante haberse radicado dicha Capitanía con ciento setenta y tres casas, y edificios de mampostería y tapia entejados, con otros establecimientos asegurando que con estos principios, la conveniencia y salud que gozan los habitantes de aquel sitio será pa- ra lo sucesivo, opulenta, útil al Estado y formidable a los enemigos de la Corona; y habiéndose visto todo en mi Consejo (le las Indias, con lo que informó la Contaduría y dijo mi Fiscal, y consultándome (1) Blanco-Azpurúa, Documentos citados, t. 1, pág. 118.

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