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MISION DE GUAYANA—CAPITULO VIII 243 de diez mil pesos anuales del situado que viene de Méjico a Cumaná, a fin de sostener y aumentar las nuevas poblacio- nes y, además, que cuatro de los pueblos de las Misiones del Caroní, los más próximos a la ciudad de Angostura, que son San Antonio (le Caroní, Murucure, Calvario y Caruachi, pa- sen a la jurisdicción del Gobernador de Guayana, despren- diéndolos (le las Misiones. 2. Este documento que acabamos de extractar, llegó al Real Consejo de Indias al mismo tiempo que una detallada exposición del Prefecto de las Misiones, el cual no se descui- dó en informar a Su Majestad de lo que estaba pasando en Guayana con los Corregidores que pretendía el Gobernador imponer a las Misiones, y para más seguridad, y a fin de que pudiera responder a todas las preguntas que les hicieran, mandó a los PP. Misioneros Fr. Jaime (le Puigeerdá y Fr. Fi- del de Sauto, llevando además el informe laudatorio que el Gobernador anterior, don José Diguja y Villagómez, había escrito después de visitar las referidas Misiones. Estudiados todos estos larguísimos documentos por el fiscal y oídos los religiosos Misioneros, el Real Consejo expi- dió la Real Cédula siguiente (1) "El Rey.—Virrey Gobernador y Capitán General del nuevo Reino de Granada y Presidente de mi Real Audiencia de la Ciudad de San- ta Fe. En carta de veinte de Junio de mil setecientos setenta y uno, a- compañada de varios documentos, dió cuenta el Gobernador y Co- mandante General de la Provincia de la Guayana, de las providencias que tomó para la mayor seguridad de ella, y que para poner a cubierto el río Caroni como barrera principal de las Misiones encargadas en aquella provincia a los Religiosos Capuchinos (le Cataluña, habla puesto un cabo a guerra que como Comandante y juez territorial de los cuatro pueblos de indios Caroní, Morecure, Monte-Calvario y Ca- eruchi, que se hallan situados a veinte leguas (le la Guayana en las márgenes de aquel río y cerca de su boca, instruyese a sus habitantes y los gobernase en lo político y militar para que pudiesen ser útiles a la defensa (le la Provincia, en caso de que la acometiesen los ene- migos. Que llevando a mal los Misioneros Capuchinos esta providen- cia, se Opusieron a ella con pretexto de que no habían presentado a- quellos pueblos para que se demorasen los indios, y de que por conse- (1) Blanco-Azpurúa, Documentos para la Historia, t. 1, pág. 45.