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LW 24 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA penetró entre los indios y puede ser llamado el fundador de la Misión (le la provincia de Cumaná, es ci P. Pedro de Borja, según la siguiente carta escrita por el P. Pablo de Orihucia, compañero de Misión del mismo P. Berja (1) "El año de 1660 dando principio a las conversiones el P. Fr. Pedro de Bcrja en los montes de Cumaná, se entró con una guía por aquellas montañas padeciendo muchas necesidades, sin hallar más que comer, que un poco de maíz; y así casi desfallecido de la hambre, dió en unos atolladeros, y pantanos y charcos (que allá llaman Manglares) playas (le la mar, le cogió la noche todo mojado y embarrado. Encen- dió la guía un poco de lefla mojada; y humeando al poco res- plandor que daba, rezó el oficio divino con increíble penalidad, y acabado, se reclinó un poco, casi sin aliento: y al instante le circunva- ló un resplandor divino, y en medio de él se le representó la Reyna de los cielos en traje de la Purísima Concepción, que con tan gloriosa vis- ta quedó t&n confortado y favorecido, cuanto deja entenderse: y des- pués prosiguió su empresa, hallando no solo el alimento corporal con abundancia, sino que también redujo en este Viaje más (le mil y qui- nientas almas: y las poblé en el valle que hoy llaman Santa María de los Angeles (y hoy persevera), fundamento de la Misión de Cumaná, a quien deben los Aragoneses su Misión, siendo dicho Padre Fr. Pedro su fundador, que después le ayudó Fr. Miguel de Torres, lego de Ara- gón, a quienes se les atribuye este progreso". Otro Misionero, contemporáneo de estos sucesos, nos re- fiere en su Relación (2), las dificultades y obstáculos que en contraron nuestros Misioneros, sin nombrar a ninguno: "A es- te pueblo de Cumanacoa, que entonces se componía de solos 16 vecinos, por estar más próximo a los indios (le guerra, se vinieron los Misioneros; aquí tuvieron noticia de que era gran- dísima la copia de indios que estaban por toda la provincias aunque todos más bravos que unas fieras, y sin querer dar las paces a los españoles, intentaron varios medios los reli- giosos para introducirse con ellos". (1) Esta carta la copiamos del P. Nicolás (le Córdoba, Cronista de los Capuchinos de Andalucía, en su obra "Brevis notitia almas Ca- puccinorum S. P. N. S. Francisci Baethicae Provinciae in Hispania". Pág. 125-6. Milán. 1889. (2) Misión ele los Capuchinos (le Aragón en la provincia de Ca- manó. Relación del estado en que se halla la Misión el día de hoj 20 de noviembre de 1678. (Biblioteca Nacional de Madrid. Sig. 18719. Caja núm. 67. Documento 31). Publicada por el P. Rionegro en las Relaciones, t. 1, págs. 61-116, fol. 87. . Una buena parte de este documento esta copiada (le la Relación escrita por el P. Fr. Francisco de Tauste, que se conserva en la Biblio- teca Nacional de Madrid.