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MISION DE GUAYANA.—CAPITULO VII - 231 es tan fácil su fábrica, para las que tampoco tienen campanas, orna- mentos y demás muebles, ni donde costearlos, por 1-o que sólo tres pueblos la tienen. Los diez y seis pueblos de Misión existentes.—Las diez y seis Mi- siones establecidas en el día, son las de Cupapuy, Altagracia, Suay, Amaruca, San José de Leonisa, Guarimena, Cara po, Miamo (1), Guasipa- ti, Palmar, Ave-chica, Caroní Yacuario, Pastora, Paga y Piacoa, como se manifiesta en el mapa y en su correspondiente estado se reconocen los hombres de armas, familias, almas, casas, iglesias de cada una, y las dichas diez y seis contienen 1.881 hombres de armas, 1031 fami- lias, 4.392 almas, 480 casas y ti-es iglesias. Terrenos de las Misiones.—Estas Misiones están las más de ellas en terrenos fertilísimos, frescos, sanos y abundantes de aguas e igual- mente provistos de todos los frutos propios de la manutención de los indios, a excepción de Suay, Aripuco, Caroni y Piacoa, que ni son sanos ni abundantes en víveres a causa de su inmediación al Orinoco y terrenos arenosos. Las casas de todos los pueblos están fabricadas en simetría con la extensión o comodidad suficiente paro los indios; las tres iglésias, aunque pobres, muy aseaditas y bastantemente capaces, y lo mismo la casa del Padre inmediata a la Iglesia. Junto a la casa del Padre hay un torreón hecho de maderas y barro y cubierto de paja, donde tie- nen dos o ti-es pedreros: a dicho torreón, casa e iglesia defiende una cerca de estacas, suficiente muro para la defensa de los caribes, si no vienen acompañados de holandeses, para quienes sirven los pedreros, si hay en el pueblo quien los maneje, y el ruido de estos pone en te- mor a los caribes, sin atreverse a llegar al pueblo y mucho menos a la estacada que defiende el torreón donde se guarecen las mujeres y niños y aun los indios, si las fuerzas de los enemigos son superiores o no dan lugar para ponerse en defensa con sus flechas. 3• Educación (le los indios—La educación de los indios no es igual en todos los pueblos, pues en unos aun no son bautizados por ser extraídos del monte, e incapaces de educación cristiana, y sólo en caso (le necesidad son socorridos con el santo bautismo; pero éste se suministra a todos sus hijos que nacen en el pueblo o vienen chi- quitos del monte; otros son ya cristianos, pero sin habérseles podido quitar la muchedumbre de vicios en ellos comunes, y unos y otros desnudos, así por su rusticidad como por la imposibilidad que hay de costearles ropas, no haciendo poco dichos Padres en proveerlos de herramientas para las labores de sus conucos. Cuatro o cinco pue- blos de los más antiguos se hallan vestidos mediante el buen go- bierno de los Misioneros, quienes recogen con gran cuenta y razón (1) Fundado por el P. Alejo N., según Caulin, pág. 52. Así trae los nombres (le los pueblos D. Level; pero Cuervo añade éstos nombres distintos: Aripuco, Aguacagna, Maruc are y Cuyazno.

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