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MISION DE GUAYANA.—CAPITULO y 209 que fuesen destacados para el fin de las entradas con los Mi- sioneros, que sólo sería en casos precisos; y que el comandan- te de la fuerza no pueda negarlos siempre que el Prefecto de la Misión lo pidiere. Porque de Oriente a Poniente los inme- diatos indios infieles que tenemos para poblar son Caribes y de otras naciones bravas no conocidos, y está probado que es peligroso entrar en sus tierras para reducirlos a la vida cris- tiana y civil sin una buena escolta. Es también medio necesario para el adelantamiento y fe- liz progreso (le la Guayana y sus reducciones, que sea cabeza de Gobierno como lo fué antiguamente, y que el gobernador permanezca aquí todo el tiempo que Vuestra Real voluntad disponga; siendo este el medio más adecuado y eficaz para poblar esta región de Guayana y Orinoco, y el construir los castillos y baterías para defender los pueblos y hacerlos pros- perar, cosa que hasta ahora no se ha conseguido, siendo esta la principal causa (le los fracasos sufridos en la colonización de esta región y el desamparo en que han estado los Misione- ros y Colonos, pues los gobernadores sólo atienden eficaz- mente a los lugares de su residencia. Y teniendo el sobredi- cho Gobernador facultades para distribuir tierras y conceder otras gracias que a los nuevos pobladores se les suele fran- quear, y abundando en gente las provincias más vecinas a es- ta de Guayana, acudirán muchos a poblana, y como están ha- bituados a estas regiones, no padecerán el detrimento que se experimenta en las familias que vienen de las Islas Canarias. Y para que con las demás providencias no falte la (le O- perarios evangélicos, se necesita que vengan ocho Religiosos a fin de que por escasez de ellos no padezca la Misión. Esto es cuanto representa al Rey el P. Olot, después (le pasar veinte años en la Misión de Guayana, firmándolo en el pueblo de La Purísima Concepción de Suay, el 3 de enero (le 1744. 5. Esta importante Memoria fué presentada al Real Con- sejo de Indias por el Rmo. P. Comisario de Indias, Fr. Fran- cisco María de Arenzano, junto con la copia de una carta del mismo P. Olot, en que manifiesta no haber prcihido nada T. H.-P. 14