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CAPITULO III SEGUNDA EXPEDICION DE MISIONEROS A GUAYANA 1. Llegan nuevos Misioneros; el Gobernador les obliga a que- darse dos cii Trinidad.-2. Real Cédula acerca del casti- llo de Guayana.-3. Viaje de dos Misioneros a Bogotá.- 4. Se retiran a Trinidad.-5. Real Cédula suprimiendo las encomiendas en Trinidad; petición del P. Mariano de Seba. 1. Después de la resolución tomada en el Consejo de In- dias, que fué aprobada por el Rey, de reorganizar las Misio- nes de Guayana, se expidieron las Reales Cédulas necesarias, con fecha 23 de mayo de 1715, para su realización. Fueron las principales dirigidas al Provincial de Cataluña para que pre- parase los religiosos que debían tomar parte en la expedición, y otra al Gobernador de Canarias, a fin de que alistara trein- ta familias de labradores para que acompañaran a los reli- giosos. Partieron de Cádiz, dice el P. Miguel de Olivares, Prefecto de la Misión de Los Llanos de Caracas, en su Memoria (1), el año 1717 en la flota de Serrano, y vinieron hasta Puerto Rico, en compañía de una Misión nuestra, la expedición de Misione- ros catalanes de Guayana, que fué conducida después a la is- la de Trinidad; el gobernador, que lo era entonces don Pedro de Yarza, viendo que los pueblos de que habían sido quita- dos los Padres estaban perdidos y los indios sin doctrina y en los montes, exhortó al P. Raimundo de Villafranca, que venía nombrado Prefecto de dicha Misión, para que dejara allí dos religiosos, con los indios que estaban dispersos. Se excusó el P. Prefecto, diciendo que venían destinados exclu- (1) Blanco-Azpurúa, Documentos, t. 1, p. 422.

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