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176 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA to espiritual; además, suplico a Su Majestad que disponga se les devuelvan los pueblos de Misiones que están a cargo de los doctrineros hasta que estén perfeccionados cii los rudi- mentos de la fe y hábiles para trabajos y tributos, y que después, dando Su Majestad los medios necesarios, pasarán a Guayana. 791 Que habiendo Su Majestad dispuesto por Real cédu- la de 5 de agosto de 1702, que los indios no tributen hasta cumplir los veinte años de reducción cada individuo, suplica a Su Majestad si se ha de entender desde el día que recibie- ron el bautismo o desde el día que llegaron a las Misiones. 8 Representa que los Misioneros necesitan de recurrir siempre para el gobierno regular a su prelado mayor, el Co- misario general y éste a Su Majestad en los casos forzosos, para la mejor dirección, acierto y aumento de las Misiones, y dice que convendría al servicio de Su Majestad se sirviera mandar que algunos religiosos diputados con las licencias de Prefecto pudieran pasar a otras Misiones o islas a proveerse de algunas cosas necesarias, sin que los gobernadores, de nin- gún ¡nodo, lo hubieran de estorbar, ya impidiendo el viaje o castigando con multas o de otro modo a los capitanes de bu- ques que quisieren transportarlos. S. Extractado en los términos que preceden el Memo- rial del Padre Santander, pasa el fiscal, en documento aparte, a formular su informe, que por ser muy largo, lo extracta- nos (1). Respecto al primer punto une sus ruegos a los del P. Pro- curador para que cuanto antes se envíen religiosos a las Mi- siones de América, que están escasas de operarios evangélicos y ampliando más las razones, dice el informe del señor fiscal que por cédula de 15 de agosto de 1708 se ordenó al goberna- dor de la isla de Trinidad que las Misiones que estaban a car- go de los religiosos capuchinos de la provincia de Cataluña, se proveyeran, conforme a las reglas de Patronato, con cléri- gos seculares. (1) Rionegro, t. II. p. 219 y sigs.