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170 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA ron retirarse temporalmente a Trinidad y esperar mejores circunstancias para continuar las Misiones de Guayana. Su- cedió esto por los años de 1704 (1). Reunidos todos los Misioneros cii las Misiones de la isla de Trinidad, se esmeraron en educar y mejorar en lo posible la condición de los indios, pues estaban ya todos reducidos a población (2). En este estado de cosas, pidieron los lineen- dados que los Misioneros les enviasen los indios varones que tenían en sus Misiones para que les trabajasen en sus hacien- das de cacao, prometiéndoles pagarles su trabajo, darles de comer y doctrinarios todo el tiempo que los necesitasen para el cultivo de sus haciendas. Condescendieron los religiosos y mandaron algunos indios que quisieron ir; pero los lineen- dados nada cumplieron de lo prometido, porque después de seis u ocho meses que los tenían trabajando en sus campos, los mandaban a las Misiones desnudos y muertos de hambre, sin doctrina y sin pagarles más que con un guayuco, que se reducía a dos varas y media de coleta. Viendo los Misioneros que no adelantaban nada los in- dios con el servicio de los españoles, y que volvían a sus pue- blos más bárbaros y pobres de lo que habían salido, faltándo- les la doctrina y además el trabajo de sus labranzas para mantener a sus lujos y mujeres, y que muchos de ellos mo- rían, así (le necesidad corno de las enfermedades que traían de vuelta a los pueblos, determinaron no enviar más a los in- dios para que trabajasen en las arboledas de los españoles. 5. Viéndose éstos privados del interés que tenían en el trabajo de los indios, procuraron por varios medios expul- sar a los Misioneros de la isla, imputándoles varias calum- nias; pero como estaba tan fresca y reciente la sangre que habían derramado aquellos tres varones apostólicos y tan pa- (1) Duarte Leve], ¡lis! ería Patria, pág. 143, dice: "En los quince aiios que corrieron hasta 1702 fundaron 3 pueblos en Guayana, éstos con los mayores trabajos y a costa de vidas que rendían a los repeti- dos esfuerzos de aquel malsano como desprevenido terreno. Fueron los pueblos de Cura, Currucay y /ivechica con indios guaicas". (2) Todas estas noticias están tomadas casi al pie (le la letra de la Relación del P. Olivares. Véase Blanco-Azpurúa, Documentos, t. 1, pág. 421 y sigs.

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