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iIISION DE CUMANA.—PREAMBULO 15 ca de su gente; pero luego que se embarcó, los indios acome- tieron la escuálida población, mataron a Francisco Soto, Jefe de la Colonia, y a sus soldados; los religiosos y algunos Colo- nos huyeron a Cuhagua en una barca que tenían preparada, los demás todos murieron incluso un hermano lego del monas- teno de San Francisco llamado Fray Dionisio, el cual por la premura del tiempo no pudo tomar la barca. La Audiencia de Santo Domingo mandó para castigar los indios a .Jácome Castellón que reedificó la ciudad con el título de Nueva Córdoba en el año 1523, pero no regresaron con él los Franciscanos. Así terminó aquella en un principio flore- ciente Misión y colonia. El P. Las Casas no pudo reunir su gente para 'volver a Cumaná y abrazó la vida religiosa en el convento dominicano de Santo Domingo, donde tenía un pri- mo carnal, el P. Domingo Las Casas, el cual acompañó al Ade- lantado Gonzalo Jiménez (le Quesada en la conquista de Nue- va Granada. Ha sido una lamentable equivocación del Gobierno Espa- ñol (1) el permitir la exelavitud de los indios, aun limitada a los antropófagos pues corno se ha visto, mercaderes sin con- ciencia abusaron bárbaramente de aquella tolerancia y provo- caron la rebeldía (le los indios de instintos salvajes, feroces y crueles, de que fueron víctimas cuatro venerables religiosos dominicos, un franciscano y más (le cien Españoles, paralizan- do de repente la Misión civilizadora de los religiosos misione- ros y la obra de colonización de los conquistadores en la Nue- (1) El año 1526 los Padres Priores de San Jerónimo que habían venido a la isla de Santo Domingo, como encargados del Gobierno de la isla, para arreglar precisamente este asunto, pregonaron una Cédula prohibiendo la esclavitud de los indios y ordenando la libertad de los que allí hablan llegado. Parece que esta licencia (le esclavizar indios procedió no tanto del permiso arrancado a los Reyes Católicos en 1,503 por el Almirante Cristóbal Colón: como (le una proposición del licenciado Rodrigo Fi- gueroa, Oidor de Santo Domingo, que visitó la costa de Tierra Firme y algunas de las islas Antillas, para que se pudieran esclavizar los indios antropófagos y criminales. El Gobierno de España no hizo más que tolerar lo contenido en esa proposición, siendo los religiosos Jerónimos los que cortaron a los diez años este abuso, que tanto daño causó en los indios y en los españoles, y que fué la verdadera causa de que se retrasara la civilización de Nueva Andalucía por más de un siglo.

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