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114 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA Tiene al presente una hermosa iglesia de nuevo fabricada, que se- gun avaluo de inteligentes asciende su valor a mil pesos, y el de las alhajas y jocalias a cuatrocientos, habiendo de estas dos cantidades suplido Su Majestad cien pesos; las comunidades y trabajo personal de los indios del mismo pueblo, doscientos, y el resto de mil cien pe- sos, los misioneros. Se han bautizado desde la fundación del referido pueblo, 1622 al- mas; se han celebrado 552 matrimonios, y se han enterrado 898 per- sonas que han muerto en la comúnion de nuestra Santa Madre Iglesia; aunque ha tenido algun fomento desde el referido de 1754, no se ha logrado cumplido, por la decadencia en que Se halló, y solo tiene al presente 281 almas, que las administra el E. P. conjuez Fr. Matías de Aranda, en calidad de cura doctrinero, como cura del pueblo del Bincon, a quien está agregado este de Nuestra Señora del Pilar. San Juan Bautista. Esta conversión tuvo principio en el año de 1664, a 24 de Abril, en las tierras y sitios de los caribes de los Llanos, y por ser tan inhumanos, y sin esperanzas de fruto alguno y subsisten- cia, se mudó a los Quacas, gente más dócil, en el sitio llamado Axio, y esta primer mutación se ejecutó en el año 1666, en el que tuvo per- manencia hasta el (te 1674, que en 24 de Marzo fué quemada y destruida por franceses coligados con caribes de los Llanos, y se volvio a reedi- ficar en paraje muy remoto, en el de 1680, a tres de Noviembre, en las riberas del río Cariniguao. Fundó esta misión (1) nuestro muy Beverendo Padre Fray Juan de Pobo, segundo Prefecto de estas santas misiones, quien padecio inmen sos trabajos en las adversidades que ocurrieron en la tmsladacion de esta mision; en el tiempo de su gdbierno y prelacía padecieron muchas contradiciones nuestras misiones, de parte de los encomenderos, que acalorados del Gobernador de la Provincia intentaron destruirla, y lo hubieran conseguido a no oponerse valerosamente el celoso Prelado, pues sobre tener los dichos encomenderos a los indios sin pasto espi- ritual, querían servirse de ellos corno de esclavos, atropellando las le- yes divinas y humanas, lo que movio a S. M. a mandar a un señor al- calde (le casa y coxte, quien habiendo seguido causa sobre el asunto, pronuncio rigurosa sentencia contra todos los delincuentes. Este ve- nerable Padre fue uno de los seis primeros operarios de estas misio- nes; trabajó fielmente en la viña del Señor, y nos dejo entre sus escri- tos un Confesionario en el idioma de los indios, iiqj claro p breve, para los que ignoraban la lengua chagma, y lleno de méritos y de años murió en la referida mision de San Juan. Esta conversión se erigió en Parroquia el año 1712, y estuvo en la administración de clérigos seculares hasta el de 1762, que en virtud (1) La primera fundación la hicieron los Padres Agustín de Villabáñez y José de Nájera, llegados de la Misión (le Arda.

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