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MISION DE CUMANA.—CAPITULO vm 109 Gobernador francés mucho bien, y a no temer de su Rey Cristianísi- mo algún castigo, los hubiera detenido en dicha isla por algún tiem- po, con gusto y consuelo suyo, según que así se lo significó. Viendo los Venerables Padres malogrados sus fervorosos deseos y el fin a que se habían dirigido todos sus trabajos, inflamados en el amor de Dios y celo de la salvación de las almas, por inspiración di- vina pasaron a la provincia y ciudad de Cumaná, y apenas llegaron, sabiendo que por la parte de los Cumnanagotos, que eran a Sotavento de la isla de la Granada y de dicha provincia, podrían tener alguna entrada en aquellos indios gentiles, se dirigieron a la ciudad de Bar- celona, ciudad de españoles, aunque muy corta; hallándose en ella, les abrió Dios Ja puerta a sus deseos por medio de algunas personas d tierra adentro que tenían comunicación con muchos indios gen- tiles, los cuales se obligaron a llevarlos y ponerlos en esta empresa, y fué Dios servido que sin más ñTedios ni ayuda formaron dos pueblos, uno dedicado a María Santísima en su Concepción, en el valle de Pi- ritu, y otro al arcangel San Miguel de Guere, y en muy poco tiempo bautizaron en cada uno de ellos más de doscientos párvulos, algunos adultos, y catequizaron a muchos más de estos; pero envidioso el de- monio de las buenas obras de aquellos apostolicos obreros, maquinó su malicia infernal el hacerles sangrienta guerra, pues como veía que le iban quitando el principado que poseía sobre estos miserables ja- dios, de tantos años, dispuso por medio de los ministros del Rey nues- tro Señor, que S. M. catolica mandase al año siguiente de 1651 su real orden para que los cuatro religiosos se retirasen a España; pusieron en ejecución inmediatamente el Real Decreto, y habiendo pasado al puerto de la Guayra, en seguimiento de su viaje, le acometió la última enfermedad al Venerable Padre Fr. Francisco (le Pamplona, de la que murió en dicho puerto, obrando Dios en su muerte los muchos prodi- gios que se omiten por estar impresos en su Vida, en donde pueden verse también los muchos trabajos que en la fundación de las dos re- lacionadas misiones padecieron los apostolicos varones. Llegados que fueron los tres Padres a la presencia del Soberano, indemnizaron sus personas y proceder, quedando muy edificado de su virtud y constancia, y satisfecho de la malicia de los denunciantes. De la Corte de España pasó a Roma el P. Fr. Lorenzo de Magallon, y habiendo tratado en la Sagrada Congregación la grande obra de la conversión de indios de estas provincias, obtuvo el siguiente Decreto. Decretum sacrae Congregationis generalis de Propaganda Fide, habitae nona Mcd 1657. Referente Eminentissimo Domino Cardinal¡ Extensi, Sacra Congre galio Praefectum Missionum Fratrum Capucci- norum in Provinciis Cunmanae, Caracas, Guarapiche, Guachare, Ara- guae ci Amanae, in Indiis Occideizialibus, declaravil ad deceniunz fra- trern Laurentiurn de Ma.qdalion, sacerdoteni ciusdem Ordinis, cum aac- tcritate ea quae Missionum regimen pertineni. ad praescriptum Deere-

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