BCCCAP00000000000000000000504

108 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid, y su autor es el P. Simón de Torrelosnegro.s, Prefecto de esta Misión, que tuvo oportunidad de conocer en las repetidas visitas el esta- do de cada población, suministrando a la posteridad datos precisos para conocer el desarrollo progresivo de su funda- ción; la presentó firmada con juramento con ocasión de la Visita efectuada por orden del Rey. "RELA ClON de las conversiones de Capuchinos aragoneses, de la provincia de Cumaná; motivos de su ingreso en ella; sucesión en la fundación de dichas conversiones, con distinción de las erigidas en Doctrinas, de las que están en viva Misión, y de las que por varios accidentes se han destruido, recopilada del Libro de Gestis, de dichas misiones, y de varios fragmentos de documentos que se hallan en ci archivo de ellas; como también de matriculas, libros de bautismos, de matrimonios y entierros, y otras varias noticias presentadas al M. R. P. Fr. Miguel de Pamplona en la visita meramente instructiva que de orden del Rey acabó (le hacer en 23 de Abril de 1780, unidas en un cuaderno por el R. P. Fr. Simón de Torre los Negros, Prefecto de dichas Misiones de Cumaná; presentado al dicho M. R. P. Visitador General por el es-Pre- tecto de ellas, el R. P. Fr. Silvestre de Zaragoza, secretario de la mis- ma visita, para hacerlo presente a S. M. (que Dios guarde) en la cuen- ta que va a dar de ellas. Entre los muchos viajes que el Venerable Padre Fr. Francisco de Pamplona, (quien en el siglo se llamó Don Toribio-sic-de Redin) hi- zo a las Indias Occidentales siendo secular, hallándose el galeon donde iba por Comandante en uno de ellos, muy escaso y falto de víveres, lle- garon a buscarlos a una de las islas de Barlobento, nombrada la Grana- da; hajláronla poblada de solos indios naturales, en los que experi mentaron tanto agasajo que los proveyeron de los víveres necesarios. Quedole tan en la memoria al Venerable varón este beneficio, que después que entró en la Religión de Capuchinos, discurría varias ve- ces como podría pagar a aquellos gentiles la fineza que le hicieron, y Pareciéndole era la más adecuada recompensa el procurarles la luz del Santo Evangelio, pidió licencia a los superiores de la Orden, y al Ilcy Nuestro Señor, para pasar a la reducción de dichos indios, con tos Padres Fr. Lorenzo (le Magallón, Fr.. Antonio de Monegrillo y Fr.. Lorenzo de Belmonte. Conseguidas, pues, dichas licencias, dispuso su viaje y se embarcó con los referidos religiosos en Cádiz, en el año de 1650; pero habien- do llegado a la isla de la Granada, la hallaron ocupada de franceses, con quienes tenía sangrienta guerra la Corona de España; hizoles el

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz