BCCCAP00000000000000000000504

LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA De estos dos testimonios se deduce claramente que fueron uatro los religiosos dominicos martirizados por los indios en .a costa occidental de Cumaná, y que ellos fueron los primeros lue llegaron a dichas costas, pues es evidente que para el 14 de noviembre de 1320 los dos primeros llevaban más de seis años en aquella región. El ilustrado Vice Rector de la Universidad Central, Dr. Caracciolo Parra León, ha hecho un estudio detallado acerca de este punto histórico (1), "Cuando llegó de nuevo a la Española Fr. Pedro de Córdoba, des- pués de las vivas actividades desarrolladas en la Corte en favor de los indios el año 1513, trajo consigo el permiso Beni para pasar con su re- ligión a cristianizar la Tierra Firme.... y escogió tres de sus frailes para que fueran a (lar comienzo a la nueva Misión y establecieran un asiento de la Orden Dominicana en la costa. Fueron los escogidos Fr. Antonio Montesinos, Fr. Francisco de Córdoba, Presentado en Sa- grada Teología, hombre prudente, letrado y de apostólico celo, y Fr. Juán Garces. . . . Partieron los tres frailes y llegaron juntos hasta Puer- to Rico, donde enfermó tan gravemente Fr. Antonio Montesinos, que hubo de quedar allí y regresar después a la Española mientras que sus dos compañeros seguían al continente. Desembarcaron estos en un lu- gar de la costa venezolana, que no puedo determinar con fijeza, pero que por los datos que he tenido a la vista fué aproximadamente de la costa de Cumaná abajo. Empezaron los dominicos a llenar su come- tido y as¡ predicaban y enseñaban la fe de Jesucristo a los naturales, cuando (molestados estos por las tropelias de los comerciantes españo- les) cayeron sobre los pobres Misioneros indefensos, e incapaces de comprender y valorar su inocencia y nobleza, les dieron la muerte. Primeros Misioneros y primeros Mártires de Tierra Firme fueron, pues, Fr. Francisco de Córdoba y Fr. Juán Garces; víctimas a la vez que de u fervor evangélico y (le la noble idea de infundir confianza y de a- traer a los indios para civilizarlos, de la codicia de aquellos malos es- pañoles y de la ferocidad natural del Aborigen Americano. Esto acaeció por el año 1514, como se deduce: 1, de la concatena- ción de los innegables hechos ya narrados, ya que Fr. Pedro de Cór- doba obtuvo licencia de pasar a Tierra Firme a mediados de 15131 y vuelto a la Española nada le impedía realizar su expedición, antes, todo debía impulsarle a ella; 21, de la categórica afirmación del Padre Nouel, quien de acuerdo con la Historia de la Provincia de San Juan (1) Httoria de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de .......... 7nrnora. y reeditada por el D. Caracciolo

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz