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88 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA bio; quizás lleguen a cinco mil sus habitantes; es también pee- blo muy rico y religioso. En su iglesia, que es muy buena, está enterrado su fun- dador, que murió envenenado, el año 1689. Había ido a pre- dicar a la ciudad del Tocuyo en ocasión que estaban condena- dos a muerte un matrimonio de indios por graves culpas que habían cometido; el P. Miguel se compadeció de ellos, y como tenía grande influencia con los magistrados, logró que los in- dultaran, imponiéndoles solamente el destierro de la ciudad. Se los llevó por esta causa el P. Miguel de Madrid a su Misión de Duaca, y corno continuasen allí sus malos hábitos, el Padre los reprendió; enojada la india le dió un veneno mor- tífero, que, si no lo mató en el momento, le hizo sufrir gran- dísimos dolores; a causa de los cuales sucumbió, después de al- gunos meses de horroroso martirio; la india, no obstante que la había perdonado el caritativo Misionero, murió ahorcada en Barquisimeto. El Venerable Padre Agustín de Villabáñez fundó el pue- blo de Santa Rosa, en un cerrito que lleva su nombre, cerca de Barquisimeto; no ha prosperado mucho, pero es una pobla- ción simpática y muy religiosa; en su iglesia se venera una hermosa imagen de la Divina Pastora, que se conserva aún del tiempo de los Capuchinos; todos los años es conducida en procesión a la ciudad de Barquisimeto, donde se le hace una solemne novena con su fiesta, y luégo es devuelta a su lugar. Fué fundado este pueblo el año 1671, con ciento treinta y. ocho familias de indios Gayones; su fundador, el P. Agustín de Villaháñez, la administró hasta su muerte, acaecida el 1683. En su juventud había sido pajecito de la Venerable señora, doña María de Escobar, de cuya casa salió para tornar el san- to hábito en el convento de Capuchinos de Salamanca; fué fa- moso predicador y Maestro de novicios; después fué Misione- ro de los negros del Africa, en ci Golfo de Guinea y reino de Arda, de donde pasó el año 1661 a las Misiones de Venezuela; trabajó y sufrió mucho en las poblaciones de Cumaná, donde fundó con el P. Nájera la Misión de San Juan Bautista (Cu- maná). Trasladado después a Los Llanos, fué nombrado por el