BCCCAP00000000000000000000503

64 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA. había llevado; y, como tenía viaje para las Indias, los trajo a Cartagena, donde desembarcaron el 28 de julio de 1647; en esta ciudad predicaron con grandísimo éxito por espacio de ocho meses. Los PP. Diego de Guadalcanal y Luis de Priego se fueron a evangelizar los indios de Uraba, al oeste de Car- tagena, donde murió este último después de haber fundado el pueblo de San Sebastián. En los primeros meses de 1649 recibieron orden de regresar a España, y, al pasar por La Guai- ra, subieron a Caracas, pues en el Archivo de la Biblioteca Nacional de Madrid se halla copia de un decreto, expedido en Caracas en este mismo año de 1648 por el Rvmo. P. Comisario de los Franciscanos, ordenando que el P. Guardián del Con- vento de San Francisco, pase a ofrecer al Prefecto de la Mi- sión de Capuchinos, que llegaban de paso a Caracas, el con- vento, para que vayan a vivir allí como a su casa propia, y si alguno muriere, sea enterrado en él con toda caridad. Es muy posible que alguno de ellos se quedara para ex- plorar el terreno en Los Llanos, y ver si se podía organizar una Misión....; y antes de informar a los Superiores murió, como afirma el señor Martí, sin dejar apenas señales de su paso. En un interesante y hermoso estudio, publicado en 1904 por D. Francisco Izquierdo Martí, sobre las apariciones de la Santísima Virgen de Coromoto, se refieren los trabajos apos- tólicos del P. Bazar en el tiempo de las apariciones y el trá- gico fin de este "Apóstol de los indios Cospes", como también los opimos frutos, recogidos en esas regiones por Misioneros Capuchinos posteriores; razón por la que vamos a transcribir el artículo del fervoroso e ilustrado Terciario, Sr. Izquierdo ,Martí, Notario que fué, por muchos años, de la Curia Ecle- siástica: "NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO EN GUANARE "Según los apuntes dejados por el Ilustrísimo Sr. Martí sobre la visita que hizo a la ciudad de Guanare en enero de 1778, contempló, en un relicario muy hermoso, colocado en la iglesia de aquella ciudad, una imagen de la Santísima Virgen, algo mayor que una peseta, vene- rada bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto, por haber- se aparecido en un sitio llamado así, donde después se fundó el pue-