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1 ORIGEN DE LAS MISIONES.—CAPITULO y 47 quisieran sacrificarse en tan apostólica empresa; lo que ha- biéndose ejecutado, respondieron todos que se hallaban pron- tos a cuanto fuere servicio de Dios y del Rey. Gustosisimo quedó el señor Asistente con esta contesta- ción, y se pasó a elegir los Misioneros, que fueron los siguien- tes: P. Fray Rodrigo de Granada, Presidente; P. Eusebio de Sevilla, P. Pedro de Berja, P. Antonio de Antequera y los Hermanos Fr. Bartolomé de Pamplona y Fr. Nicolás de Ren- tera; los cuales se prepararon con tanta aceleración y mar- charon tan precipitadamente, con sólo la obediencia del P. Cus- todio, que el día 3 de junio del mismo año de 1658 estaban ya en Cádiz listos para embarcarse, habiendo pasado sólo trece días desde que se firmó el Real decreto en el Buen Retiro, has- ta el día del embarque. El señor Asistente dió cuenta a Su Ma- jestad de la pronta obediencia de los Capuchinos, lo que cele- bró infinito, y el P. Provincial, al recibir la noticia, complaci- do aprobó lo ejecutado. 2. A título de información, y por ser un documento cu- rioso y original, trasladamos aquí la filiación que tomaron de los religiosos antes de embarcar (1): "En la ciudad de Cádiz, a 3 de junio de 1658. Ante el señor Veedor General, D. Lorenzo Andrés García, Juez Oficial de la Casa de Contratación de las Indias, se presentaron: El P. Fr. Rodrigo de Granada, natural de aquella ciudad, Presi- dente de la Misión de Capuchinos, de treinta años de edad; blanco, con un lunar pequeño debajo del ojo izquierdo. El P. Fr. Eusebio de Sevilla, natural de esta ciudad, predicador, de veintiocho años de edad, delgado, blanco y lampiño. El P. Fr. Pedro de Berja, sacerdote, de veintinueve años, natural de Berja, del reinu de Granada, carilargo, señal de heridas sobre la ceja derecha. El P. Fr. Antonio de Antequera, natural de esta ciudad, sacerdote, de treinta años de edad, moreno, ojos negros y un poco bizco. El Hermano Fr. Bartolomé de Pamplona, natural de esta ciudad, religkso lego, moreno, carilargo, con dos lunares pequeños en la me- jilla izquierda y treinta y siete años (le edad. El Hermano Fr. Nicolás de Renteria, natural de esta villa, en la provincia de Guipúzcoa, (le treinta y cuatro años de edad, mediano (le cuerpo, ojos pardos y señal de heriaa sobre la ceja izquierda. (1) Véase P. Valencina; Reseña Histórica cit., t. V, p. 158.