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MISION DE LOS LLANOS Y APURE.—APENDICE 393 que veían gente no huían y se estaban unos echados y otros de pie, sin espantarse. En esta caminata, desde San Antonio a Guanare, andaría como cincuenta leguas. La variedad de naciones de indios que se hallan desde el río Apure hasta el gran no Meta, son las siguientes: Otornacos, Achaguas; Zamuses, Chiricoas, Guajibos, Cabrios y Orejones. Casi todas esas naciones son malas, y aunque se dice que hay otras naciones, parece se hallan al otro lado de los ríos Meta, Vichada y Guaviare, que son ríos grandes; y son naciones Mavanes, Caveso, Querube y Maypures. En el territorio que he des- cubierto (1), soy de sentir que se pueden conquistar más de mil dos- cientas almas, y las tres partes de ellas todos son muchachos, que el que más alcanzará a diez y ocho años; pues sería dar muchas almas al Señor y se poblarán todas estas tierras que hoy están incultas, y además de esto poderse establecer el tránsito a Santa Fe con más con- veniencia y brevedad. También hay tierras miy buenas y cómodas para fundaciones, no solamente para villas, sino también para ciuda- des. Prevengo que en la vuelta de nuestra caminata pusimos dos días menos y ahorramos algún camino, porque como hay veinticinco leguas (sic), poco más o menos al lugar en que salió la línea al río Meta, y de allí a la boca hay dos días largos de camino al Naciente, caminata que hicimos para dar una individual razón de todo lo que contiene este territorio. Los montañas de que se componen los mencionados valles de los ríos, desde el Apure hasta el Meta, no son muy altas ni extensas, sólo el Meta tiene una montaña elevada y gruesa. Yo hice picar un árbol que en lo grueso fueron necesarios cinco hombres para abarcarlo, y era tan duro que cuando se pisó con un hacha saltaba como huesos de re- ses. No se conoció el nombre del palo, pero después, hablando sobre él con persona que lo había ya visto según las señas, dijo llamarse bál- samo; bien lo creo, porque su cáscara amargaba mucho. Es copia exacta del documento original que se conserva en la Bi blioteca de manuscritos del Depósito Hidrográfico, la cual ha sido tomada para S. E. el Sr. General D. Antonio B. Cuervo con el regio be- neplácito". (1) Ya hemos visto en la pág. 263 y sigs. que los Capuchinos fueron los verdaderos descubridores de esta dilatada región, como se lo reconocen varias Reales Cédulas; y en ella fundaron todos los pue- blos existentes.