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MIS.ION DE LOS LLANOS Y APURE,—CAPITULO XXIX 381 mico fué tan pobre la colonia que recibía auxilio de Méjico pa- ra cubrir su presupuesto. De aquí que los colonos fueran en sus costumbres tan morigerados y sanos. Y del mismo modo siente el célebre Dr. Depons (1): "Desde 1735 hasta 1765 el cultivo del cacao tomó un aumento pro- digioso; en esta primera época se computaban 65.000 fanegas todo lo qui se cosechaba en la Provincia, mientras que en 1763 se embarcaron en total 110.659 fanegas. En el mismo intervalo se triplicó el número de animales que se crían en los llanos. Los Reales derechos de toda especie, hasta entonces insuficientes para el gasto del Gobierno, fueron ya bastantes, y el Rey se vió eximido de la obligación en que se halló por más de 200 años, de mandar cada año de México a Venezuela y Cumaná con qué pagar los tribunales y las tropas". Y a los Misioneros, podemos añadir nosotros. Ricardo S. Pereira (2) asegura también que, sobre 452.800 pesos suministrados hasta 1760 a D. José de Iturriaga, sólo 140,000 lo fueron por las Cajas de la Capitanía General de Venezuela, habiendo salido el resto en su mayor parte de ¡as Cajas del Virreinato, de 'la Depositaria de Indias de Cádiz y de las Cajas de Quito., (1) "Fragmentos del cultivo y comercio de las Provincias de Ca- racas, conforme están Jescritos en la Historia civil, rural y comercial de la parte oriental de la Tierra Firme y de la Guayana Española", por el Dr. Francisco Depons......agente del Gobierno francés en Caracas. Traducido del manuscrito francés al Castellano por su mismo Autor. Este manuscrito fué. publicado como apéndice a la obra titulada "Des- cripción exacta de la Provincia de Venezuela" por D. Joseph Luis de Cisneros. Pág. 149.—Madrid. 1912.