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MISION DE LOS LLANOS Y APÜRE..—CAPITULO XXIX 377 Suplicándome fuere servido mandar a la Casa de Contratación, les remitiese lo que se les debe hasta 1696, y que para en adelante, respec- to de ser tan corta la asignación de cincuenta pesos, se les aumente a ochenta a cada religioso. Y habiéndose visto en mi Consejo de Indias con lo que dijo el Fiscal, respecto de que por falta de medios se hace impracticable lo que se pide, se haga por la Cosa de Contratación de los atrasos, para que estos religiosos tengan algún consuelo y alivio. Y he tenido a bien ordenaros y mandaros, como lo hago, que cum- pláis y observéis puntualmente lo contenido en la Cédula preinserta, asistiendo a los Misioneros con la mayor puntualidad, que os sea posi- ble, con los cincuenta pesos que a cada uno le están situados en esas Cajas, cargándoles los géneros remitidos por cuenta de lo que se ¡-es de- bía de los atrasos hasta el año 1696, haciéndoles la regularización por los precios en la Casa de Contratación de Sevilla, y no en esa ciudad, pues la limosna de cincuenta pesos ha de correr sin descuento alguno de esta fecha en adelante. Yo fío de vos su pronto cumplimiento y que no daréis lugar a que dichos religiosos tengan motivo de queja en ningún tiempo, por lo mu- cho que importa al servicio de Dios y mío su manutención y decencia. Y de haberse ejecutado me daréis cuenta a la primera ocasión para es- tar enterado de ello. Madrid, 10 de mayo de 1704. Yo, el Rey.—M. Aparegui, Secretario". 4. El Padre Olivares resume en pocas líneas las diver- sas vicisitudes, por las que pasaron los Miioneros de Los Lla- nos para cobrar el corto sínodo asignado en las anteriores Cé- dulas Reales, resaltando admirablemente el desinterés de los Misioneros en su apostólico ministerio (1) "El desinterés que los Misioneros han tenido en su apostólico minis- terio es muy notorio, y se justificará con toda la provincia. Desde que se fundaron estas Misiones, hasta el año noventa, consta no haberse hecho costo alguno a la Real Hacienda sino solamente el de conducir algunos religiosos al puerto de La Guaira; y a muchos los han traído de limosna los capitanes de los bajeles, como consta de los despachos de la Casa de la Contratación. Así se hallará en una real cédula de su Majestad (que está al folio 2 del Testimonio). Desde el año de 1690 queriendo su Ma- jestad con larga, piadosa y liberal mano socorrer liberalmente a cada religioso con la congrua de ciento cincuenta pesos, se puso por los Misio- neros coto y término a su liberalidad, contentándose con sólo cincuen- ta pesos anuales, que fué lo que discurrieron los religiosos suficiente pa- (1) Memoria del P. Olivares, art. 157 en Blanco, Documentos. Pág. 427. T. 1.—El mismo Blanco (pág. 441-2) confirma las palabras del P. Olivares con el testimonio del P. Ubrique. Véase la pág. 2545 de