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CAPITULO XXIX ASIG-NACION DE LOS MISIONEROS 1. Pobreza de los Misioneros.-2. Sus reclamaciones ante el Real Consejo.-3. Reales Cédulas mandando pagar a los Misioneros cincuenta pesos anuales.-4. Desinterés de los Misioneros de Los Llanos,-5. Dificultades para cobrar su corta asignación.—f3. Escasez de recursos en los prime- ros tiempos de la Colonia (1). 1. El estudio del desarrollo y p'ogreso de las Misiones de los Capuchinos en Venezuela, nos lleva al convencimiento de que las antiguas provincias de Caracas, Cumaná, Guayana, Ma- racaibo, y todo lo que actualmente constituye la República ve- nezolana, mientras que fué colonia española, o al menos hasta muy entrado el siglo XVIII, a duras penas pudo con sus rentas coste los gastos del presupuesto colonial, como se verá en los documentos que vamos a reproducir. De todos estos documentos se deduce que los Misione- ros tuvieron grandísimas dificultades para cobrar el sinodo que se les había señalado, porque no había fondos ni en las Cajas de Caracas ni en Cumaná, teniendo que acudir a Bogotá; y en los cuarenta primeros años recibieron el auxilio directa- (1) Aunque el lugar más apropiado para tratar lo referente a los medios económicos de los Misioneros, es al final del tomo II, después de haber hablado de todas las Misiones, sin embargo, lo adelantamos en el presente capítulo, para que el lector se dé cuenta cabal de las di- ficultades con las que tuvieron que luchar los Misioneros desde un prin- cipio.

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