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354 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA rito a Achaguas, por el Arauca hasta la Nueva Granada, por el Meta lo mismo; por el Orinoco al Caroní, por el Portuguesa al Baúl, y por el Guárico hasta Calabozo, que es provincia de Caracas. 'Todos los ríos son abundantisimos en pescado, pero es pescado muy propenso a la fiebre del país, así es que los facultativos lo prohiben, pero la gente pobre hace mucho uso del pescado. Todos son desconocidos en Euro- pa. Los mejores son el pavor¡, la guavina, el bagre y el co poro. Hay una porción de anfibios como la tortuga, el terecas, galápago, monocos, ca- chicamo y otros. Se hallan muchísimos caimanes, son anfibios, espe- cie de lagarto, los hay de 10, 12 y 15 varas, son muy dados a toda cla- se de animales, pero en particular son ciegos por la carne humana: to- dos los años suceden muchas desgracias con los que van a bañarse, con las lavanderas, los que pasan los nos a nado y con los que van a tornar agua. Hay también cocodrilos, como en el río Nilo. Se hallan unas cu- lebras que llaman tragavenados; están esperando donde el ganado va- cuno va a beber, y cuando están bebiendo, les hace la presa en los ho- cicos, enróscanse en un palo y así sujetan al toro más bravo. Se en- cuentra otro pez que lo llaman bayo, cuya figura 'es como una torta re- donda y atrás lleva una sierrita, con la que daño y causa los más in- tensos dolores, tanto que parece que uno va a desesperarse. Hay otro llamado caribe; es pequeñito, pero basta que uno de ellos le pique al hombre para que se reunan miles de ellos, y en menos de diez minutos, lo dejen en esqueleto. Lo que más admira al hombre pensador es el tenblador, también acuátil; éste tiene una fuerza eléctrica, de modo que basta que uno lo toque (aunque sea con una vara) para que todos los que a éste le siguen, tocándolo, principien a temblar y caerse en tierra. Cuando Morillo fué al Apure, no quería creerlo, hasta que hizo la experiencia con una compañía y los vió tendidos por el suelo. Esta fuerza la pierden después de muertos: la carne es blanquísima y he visto comían al temblador. El terreno nada tiene de pintoresco, por ser todo llano como una sala. Tampoco tiene serranías, sólo si el grande bosque de San Camilo, que linda con la Nueva Granada, es toda tierra virgen. Hay muchos animales dañinos, como el tigre, el lignito, leopar- do y el oso, pero es más chico que el de Europa. El tigre hace mucho mal en el ganado vacuno, y aun suceden muchas desgracias con los hombres en caminos no frecuentados. Los animales de caza son muchos, en especial el venado y el báquiro, se encuentran a cada paso y en grandes rebaños. Hay un animalito llamado mapurito, que cuando se ve acosado por el cazador o del perro, suelta un gas mefítico, y con esto ahuyenta al cazador, al perro y a cuantos se presenten, porque en el radio de una buena milla, nadie puede aguantar su olor pesado. También hay otro que llaman rabo pelado, este rabopelado lleva al pe- cho una bolsa, donde mete sus hijuelos y se mantiene con las gallinas gordas: he visto que llevaba hasta ocho hijos en su bolsita. Hay una in- finidad de aves,, como la gasia, gasia morena, y gasia blanca; se dejan

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