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310 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA ga y Luis de Sevilla, todos destinados para la Misión de Los Llanos. Era en ese tiempo Gobernador y Capitán General de Caracas D. José Solano, soldado valiente y de mucha fe religio- sa; pero poco reflexivo, pues sin consultar a nadie, auctorit ate qua fungor, mandó estos cinco religiosos, que acabamos de nombrar, recién llegados de España, en unión con el P. José Antonio de Jerez, a fundar una nueva Misión al Río Negro y Alto Orinoco. Que el Sr. Solano se excedió en el ejercicio de sus faculta- (les gubernativas aparece claro por la carta del secretario del Consejo (le Indias, que copiarnos a continuación (1): "Habiendo resuelto el Rey a representación del Jefe de Escuadra, Don José Iturriaga, Camandante de la Provincia de Guayana (entre otras cosas) que la Religión de Capuchinos de Andalucía aumente con ocho Religiosos la Misión que tiene en la de Venezuela, para emplearlos en el socorro espiritual de las nuevas poblaciones que se han de cons- truir en la parte arriba del río Orinoco, y que esta haga luego otra (2) de Religiosos antiguos a los nuevos pueblos del Alto Orinoco y Río Ne- gro, como se le ha prevenido por la Secretaria del despacho de Indias, señalándoles desde el raudal de Maypures inclusive arriba para que en aquellas campiñas, que son las únicas de buen pasto de aquel territo- rio, hasta la Esmeralda tenga esta Misión algún ganado, para el rega- lo de la leche y queso, y socorrer las necesidades de vianda, pues a fin de que se mantengan como es debido, se les asistirá por las Cajas de Santa Fé, según se había comunicado al Virrey de aquel Reino, con la limosna (le ciento cincuenta pesos a cada uno, como a los demás Mi- sioneros de la Provincia (le Guayana, encargando Su Majestad que, en inteligencia de esta providencia, evacue el consejo por sí el asunto del referido, aumento de los ocho Religiosos, que la Provincia de Andalu- cia ha de hacer en la Misión que tiene en esta de Venezuela (Los Lla- nos), y en su consecuencia de su acuerdo lo participo a Vuestra Reve- rencia para su inteligencia, en la de que igualmente se ha prevenido lo conveniente al cumplimiento de esta Real resolución al Reverendo Pa- dre Provincial (le Andalucía y al Vice-Comisario general de sus Mi- siones. Dios guarde a Vuestra Reverencia muchos años como deseo. Madrid, veinte y ocho de mil setecientos sesenta y tres. José Ignacio de Goyenche.—Padre Fray Jerónimo de Gibral- tar". (1) Idem, Tomo III, pág. 254-5. (2) La palabra Misión se entiende en este lugar una expedición de Misioneros antiguos y aclimatados, para ir a la nueva Prefectura del Alto Orinoco y Río Negro.

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