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CAPITULO XXIII MISION DEL ALTO ORINOCO Y RIO NEGRO ORIGEN DE ESTA MISION Y PRIMEROS ENSAYOS 1. —..Necesidad de esta Misión.-2. Concordia entre los Misio- neros.-3. Representación del Procurador de los PP. Jesul- tas.-4. Recíl orden al Prefecto de Los Llanos para que mande Misioneros al Alto Oninoco.-5. Irreflexivo manda- to del Gobernador Solano.-6. Llegada de los Misioneros: eligen Prefecto al P. José A. de Jerez.-7. Documento de Capitán General de Caracas.-8. Enfermedad de los Misio- neros, y muerte de los PP. Málaga y Campillos.-9. Carta de D. José Solano al Rmo. Padre Comisario General (1). 1. Pocos años antes de que el P. Jerónimo de Gibraltar extendiera sus conquistas espirituales por la región del Meta y Apure, otro Misionero Capuchino, dotado (le no menor acti- vidad y celo, el P. José Antonio (le .Jerez (le los Caballeros, pe- netró COfl sus hermanos de hábito en las dilatadas regiones del Alto Orinoco y Río Negro, fundando en aquellas apar- tadas tierras una floreciente Misión; de la que, por no en- (1) Continuamos la enumeración de capítulos, porque esta Mi- sión, a pesar de tener Prefecto propio, fué una prolongación de la (le Los Llanos, a cuyo Superior Provincial estuvo sometida; y, además, (le Los Llanos salieron todos los Misioneros que se dirigían al Alto Orino- co y Río Negro, y a Los Llanos volvieron todos al ser suprimida por el Consejo cíe Indias. T. 1.—P. 20