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MISION DE LOS LLANOS Y APURE.—CAPITULO XXII 301 al presente se experimentan en ellas; siendo más principal el reem- plazo de los nuevos Misioneros, para que, conforme al Rl. ánimo, no padezcan detrimento ni atraso en la propagación del Santo Evan- gelio y conversión (le los infieles, pues, si además de los Religiosos que han fallecido y regresado a España de veinte años a esta parte, se enumeran diez y siete, sin incluir tres que quedaron en el Alto Ori- noco, consta también por esta verídica relación los muchos inhá- biles poi ancianos y enfermos. En cuya consideración y notoria po- breza de las Misiones, emprender nuevos trabajos sin operarios sufi- cientes y abandonar lo trabajado por los que están actualmente sir- viendo los pueblos, no puede ocultarse a la comprehensión y práctica experimentada de V. M. en las poblaciones del Orinoco, aun con haber tenido los subsidios (le autoridad y dinero, las dificultades e incon- venientes que practicado así, se-han de seguir precisamente y aunque • no hubiera otra que la contingencia que perderse una sola alma de las pobladas por falta de sacerdote que las administre tal vez en su última hora, es dogma (le nuestra santa fe católica que esta pérdida no tiene ni admite recompensa; por lo que para las nuevas fundaciones del otro lado del Apure, V. M., con los acuerdos que tenga por convenientes, de- termine y cuente hasta con la misma persona del Prefecto, como se lo tiene ofrecido. 12. En cuanto a entregar para este progreso algunas (le tuestras Misiones al Ilmo. Diocesano, también está muy pronto y concrirá a ello con todas sus providencias y facultades que su oficio le permitan; pero sí suplica a V. M. se digne tener presentes las Rs. Cédulas expedi- das sobre este asunto los años en que se fundaron; las propuestas por su antecesor para entregarse; las muchas que después de entregadas se han perdido; el estado en que se encontraba la última que fué la de San Francisco de Agua de Culebra, aun con haber Rl. Orden del con- trario y el actual que tiene en fuga todos los más (le SUS indios: y últi- mamente la Rl. Cédula obtenida por las Misiones de Cumaná para que se devuelvan a estas conforme fueren vacando todas las antecedente- mente entregadas al Ordinario a causa de la perdición que se nota en ellas, como el que combinasen los mismos Misioneros en su administra- ción con el cargo y estipendio que los duras doctrineros, sin que obste la inopia que allí se experimenta (le sacerdotes clérigos, pues en este Obispado aun con haber muchos, mas son pocos 1-os que ni aun con el título de ordenarse quieren oponerse a curatos pobres en cuyo...... se deben considerar nuestras Misiones. Mas con el ejemplar de la de San Francisco Javier, la que se con- sideraba rica por la hacienda de cacao que con especial Rl. Ord plantó en ella su fundador Fr. Marcelino (le San Vicente para / 4eCAP ner los indios; y después de haberla disfrutado los que no tr fon,. casi la han dejado perder, como la Misión en su mayor part ''