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MISION DE LOS LLANOS.—CAPITULO Xlii 189 Como la mayor parte de estos indios han huido a los montes, ha- cen grandes hostilidades y causan muchos perjuicios a los vecinos de la referida villa de San Carlos; y como, por otra parte, debo evi- tar los cargos que se pudiesen hacer a los Misioneros de no solicitar por los medios que nos sean posibles la reducción y sometimiento de los referidos indios, suplico a Vuestra Señoría dé órdenes para que se nos entreguen dichos indios, y licencia para entrar a reducirlos en la jurisdicción del curato del Valle del Caimán. Además se ha de servir Vuestra Señoría ilustrísima (le mandar se nos entreguen los indios de nación Palenques, que están en la ju- risdicción de San Sebastián a cargo del licenciado D. Juan Fernán- dez, por haberlos sacado y poblado un religioso de nuestra Orden (1), por militar en esta entrega las mismas razones que en lo referente a los indios del Valle del Caimán. Como también se ha de servir Vuestra Señoría Ilustrísima de mandar se nos entreguen los indios de nación Güires que trajo a es-- la ciudad el P. Salvador de Cádiz y se pusieron en el pueblo de Mai- quetía, a cargo del cura secular de aquel pueblo, pues no podemos los Misioneros, sin infringir las órdenes de Su Majestad, hacer entrega de los indios, y no consta que el P. Salvador tuviera facultad para hacerla. Constándome también, por ser público y notorio, que dichos in- dios Güires viven sin doctrina por estar dispersos y repartidos por la Costa y en esta ciudad, contra las repetidas órdenes de Su Majes- tad, de que se sigue la extinción y aniquilación de dichos indios, y se frustra el fin de la Misión para que hemos venido a estas tierras los Misioneros. Suplico, pues, a Vuestra Señoría Ilustrísima, tenga por presentado este escrito y mandar se nos entreguen las tres naciones de indios a que me he referido. Es justicia que pido y juro en lo necesario, Fr. Pedro de Alcakj". Fué presentada esta petición al Ilustrísimo señor Obispo, . de Caracas el 8 de mayo de 1721, en cuyo poder quedó, dice el notario eclesiástico, para presentarla al Consejo de Su Majes- tad. Este mismo ao de 1721, hizo una entrada el P. Marcelino, con cuarenta hombres, comandados por el Sargento Mayor de la ciudad de Guanare, D. Miguel García; y habiendo gastado (1) Debió ser el P. Alesón, y el pueblo el de San Francisco de Cara, jurisdicción de San Sebastián de los Reyes.