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180 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA ro, y reemplazar los ancianos y enfermos que estaban impo - sibilitados para seguir las Misiones (1). El año 1719, con permiso del P. Prefecto, salió el P. Sal- vador de Cádiz apostólicamente con sólo dos indios de guías gentiles de que tenía noticia hallar- para reducir un grupo de se rancheados entre el río Portuguesa Y la boca del Pao; y ha- biendo logrado reducir sesenta y siete de ellos, pusieron por condición que habían de poblar donde ellos quisiesen, ofre- ciendo traer más de su misma nación, y eligieron el sitio de la Concepción del Pao, sobre las riberas de dicho río, donde está actualmente el hato de los señores Tovar de Caracas. Se convocó la población, y noticioso el P. Prefecto de que los indios tornaban la fuga, envió al P. Bartolomé de San Mi- guel con treinta hombres, al mando del Capitán D. Ignacio Sánchez, receloso de que mataran al P. Salvador. Trasladaron entonces a dichos indios, con otros sesenta y tres que cogieron en el sitio llamado las Caramas, unos a San Francisco de Tirgua, por ser Guamos, y otros que eran de nación GuáricoS al pueblo de las Tinajas. En este mismo año (de 1719) hizo otra entrada el expresa- do P. Salvador de Cádiz a Los Llanos, de la jurisdicción de San Sebastián de los Reyes, sin llevar consigo más que un in- dio práctico; y teniendo noticia de una buena porción de in- dios que vivían en las riberas del río Tiznados de nación Güi- res, parte gentiles y parte apóstatas de la Misión de San Diego, no le permitió el Capitán D. Juan de Cevallos que pasase sólo dicho religioso, por ser aquellos indios muy soberbios y rebel- des, y así se vió obligado a juntar como cincuenta hombres, con los que logró reducirlos, y los llevó a la ciudad de Cara- (1) Esta noticia está tomada a la letra del P. Olivares; sin em- bargo, los dos legos fueron sustituidos por dos Misioneros sacerdotes, a petición del P. Marcelino, como hemos visto en el Capitulo XI, pág. 167, Los nombres (le estos Misioneros, según se desprende de los documen- tos que tenemos a la vista, fueron los siguientes: Reverendos PP. Fr. Martín de Corella, Fr. Miguel de Olivares, Fr. Francisco de Canipi- lbs, Fr. Diego Agustín de Ubrique, Fr. Antonio (le Jaén, Fr. Sebas- tián de Bayona, Fr. Tomás de Pons, Fr. Pedro de Paris, Fr. Francis- co de Vélez.