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118 LOS FRANCISCANOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA En teoría, el primer método es ideal; pero en la prácti- ca, el P. Las Casas fracasó con él en Cumaná, costándoles la vida a los PP. Córdoba y Garcés, con el Franciscano Fr. Dioni- sio; y en la Araucania, el idealismo del P. Valdivia llevó al sacrificio cerca de veinte Misioneros, Franciscanos y Jesui- tas. En nuestras Misiones de Los Llanos murieron también tos PP. Belicena y Trigueros, lo cual obligó al P. Prefecto, Pedro de Berja, a pedir escolta al Capitán General el año 1676, y le fué concedida por Real Cédula de 1678. Diez años habían pasado con grande adelantamiento de la Misión, cuando, en 1688, se incorporó a la Misión el P. Manuel de Ale- són, religioso de grandes prendas, que había hecho el viaje a Venezuela junto con el Ilustrísimo señor Obispo de Caracas, D. Diego Baños y Sotomayor, y se conoce que hicieron mucha intimidad, pues, al llegar a Caracas, lo dejó el señor Obispo para reducir los indios de sus cercanías. 2. Las dos cartas que copiamos a continuación, firmadas por el Secretario del Consejo de Indias, fijan bien la fecha de la llegada a Caracas del P. Alesón, al mismo tiempo que nos dan los nombres de sus compañeros; por eso las inserta- mos en este lugar. Con fecha de 29 de mayo (le 1686, escribió el Secre- tario General del Consejo de Indias, Sr. Ortiz Otalora, al Re- verendísimo P. Comisario General de las Misiones la siguien- te carta (1): "Reverendísimo Padre: Habiendo visto el Consejo una carta del P. Ignacio de Canarias, Prefecto de la Misión de Caracas, en que re- fiere lo faltos que están de personal en aquella región, y pide que se le manden seis Misioneros en la primera ocasión, ha tenido a bien el Consejo acordar el avisar a Vuestra Reverencia para que informe: si además de los dos religiosos concedidos últimamente a instancias del Ilustrísimo señor Obispo de Caracas, seria necesario conceder seis más, o solamente cuatro para cumplir el número de seis que pi- de el Prefecto, a fin de tomar resolución a vista del parecer de Vues- tra Reverencia en este punto que aparece dudoso. —Ortiz Otalora, Se- cretario". (1) Biblioteca Nacional de Madrid, sig. 3.561. Núm. 42. • •

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