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se: su Palabra, los sacramentos que dispensa en su nombre la Iglesia, la oración como medio de acercamiento a Dios, la práctica de las obras de misericordia para poner a prueba su sentido de la fraternidad. Ellos no se conforman con la rutina ni se dejan guiar por la comodidad. A diferencia de la mayoría de los seres humanos (que se buscan a sí mis– mos y cómo satisfacer sus caprichos) se vigilan constante– mente para no caer t,l tentación. Saben que "ser justos" para Dios es hacer que siempre triunfe su causa (el Amor) y que se supriman todas las opresiones, liberando al hom– bre de toda esclavitud que lo separe de Dios, o lo haga de– pendiente de otros hombres sin poder de decisión personal. - Bienaventurados los compasivos Pero no los que se lamentan de la pobreza, el dolor o la opresión de los demás, sin hacer nada para enmendar esa si– tuación. No son estos los dichosos, sirio aquellos que unen a la compasión el deseo eficaz de acabar con tales injusti– cias. Compadecerse del pobre o del que padece implica lu– char por evitarle la pobreza y el dolor, ser su protector y abogado ante quienes le oprimen, defender sus derechos aún a costa de la propia vida, hablar por ellos cuando a ellos no se les permite abrir la boca. Compadecerse de una persona, de una situación o de un hecho, es tomar concien– cia de ello y trabajar para que, en vez de mover a compa– sión, lleven al gozo y la acción de gracias. - Bienaventurados los limpios de corazón. Es decir, los que no tienen doblez ni obran con malicia, los que se aceptan como son y se "ofrecen" a los demás con simplicidad. Los que no se dejan llevar por simples antipa– tías o prejuicios sin fundamento. Los que aceptan las ra– zones de los otros, sin anteponer, a como dé lugar, las pro– pias. Los que saben escuchar y dialogar, los que no sospe– chan maldad injustificadamente. Limpios de corazón son los sinceros cuando dicen lo que su conciencia recta les dic– ta y los que saben proclamar la verdad sin humillar a nadie. Limpio de corazón es, en suma, el que busca desapasiona– damente la verdad y no juzga sin piedad. 39

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