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sa su deseo de revelar progresivamente a los hombres su plan de salvación. "Revelación orientada toda a Cristo, el Señor, que la realiza en su Persona misma, en sus hechos, milagros de curaciones y en su Palabra que nos ha conser– vado la Escritura, entendida, profundizada y fielmente conservada en la tradición de la Iglesia".. Al ser bautizado Cristo es ungido, como ya lo hemos no– tado, para el ministerio y la evangelización de los pobres. Con el báutismo de Jesús Dios se revela plenamente a los hombres, ya que Jesús es la Palabra hecha carne, la máxima manifestación de Dios. Ya no les hablará por medio de pro– fetas o de signos, sino a través de su propio Hijo. Jesús será el único camino .para llegar al Padre, ya que El y el Padre son una misma cosa. El bautismo de Jesús debe hacernos reflexionar sobre nuestro propio bautismo. ¿Somos consecuentes con las promesas que un día hicimos? Al bautt....rnos recibimos el don de ser hijos de Dios y coherederos con Cristo de su Rei:so. Pero depende de cada uno de nosotros lograr que esa promesa se convierta en realidad. Nuestro bautismo nos exige: - convertirnos al Señor dejando a un lado el pecado; - aceptar a Cristo como Señor y dueño de nuestras vi- das; -;- creer en Jesús como centro de nuestra vida de fe; - renunciar al mal, mediante la práctica de la justicia; - conocer la Palabra de Dios, revelada a través de Jesús, vivirla v difundirla entre todos los pueblos y todas las gentes; - sentirnos comunidad de hermanos con los demás bautizados y creyentes en Cristo; - crecer en la fe, mediante el esfuerzo por superar toda deficiencia y la recepción de los demás sacramentos dispensados por la Iglesia para la santificación de los fieles; 31

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