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34. Pasión, Cruz y Resurrección "Desde el medíod(a hasta las tres de la tarde se cubrió de tinieblas la tie– rra. Cerca de las tres Jesús gritó con fuerza: El/, Ell, lamá sabactani, lo que quiere decir: "Dios m/o, Días mlo, ¿por qué me has abandonado? Al oírlo algunos de los presentes de– c(an: Está llamando a El(as. .. En– tonces Jesús, gritando de nuevo, en– tregó su esplritu" (Mt 27, 45). Es Caifás quien organiza el complot para acabar con Cristo. No quería hacerlo durante la celebración de la Pas– cua para evitar mayores desórdenes entre los peregrinos. Judas fue el juguete usado por los jefes del judaísmo. Cristo, durante la última Cena, advierte al traidor en repeti– das ocasiones. Pero éste obcecado por la avaricia, persiste en su actitud, sin saber siquiera dónde iban a llegar los acontecimientos. Durante la última Cena Cristo instituye la Eucaristía cuando dice sobre el pan: "Esto es mi cuerpo", y sobre el vino: "Esta es mi sangre, la de la nueva alianza que será de– rramada por todos para perdón de los pecados". La muerte de Jesús es la del "siervo paciente" del que habla el A.T. Su Pasión, su Cruz y su Muerte señalan, jun– tamente con la institución de la Eucaristía, (misterio de amor) el establecimiento de la Nueva Alianza, no sujeta tan sólo a la ley, sino principalmente al amor fraterno. Cristo mismo había dicho que la forma más clara de po– ner a prueba el amor al prójimo era dar la vida por él. Jesús la dio, libre y voluntariamente, aún a pesar de sentir verda- 121