BCCCAP00000000000000000000501

POEMA ORIENTAL Era una noche allá en el lejano Oriente. El cielo brilla– ba cuajado de infinidad de estrellas. La Vía Láctea seme– jaba una inmensa nube luminosa. La magnificencia de es– ta clara noche oriental convidaba a sabios y a místicos a abismarse en la contemplación del inmenso espacio inmer– so en la luz estelar. Tres hombres dedicados a la ciencia de Dios y de los astros se hallaban en la azotea de una rica vivienda con los ojos clavados en la inconmensurable bo– veda del firmamento. Se les llamaba Magos. Explicaban su ciencia a reyes y magnates, y eran considerados como príncipes. Hasta ellos había llegado la tradición judía y es– peraban también un Redentor. -· iHermosa noche! -- exclama uno de ellos llamado Melchor, de cabellos blancos y barba florida iHermo– sa noche! Ese polvo luminoso, que cubre el cielo, nos ha– bla de la grandeza de Dios. - Yo no me canso de anegarme con la lllÍfada en ese mar inmenso del cielo, por donde navega mi corazón -- añade otro de ellos barbilampiño de color rojizo cuyo nombre era Gaspar. Yo siento como si en mi alma estuvi~ran naciendo alas para bogar por esas regiones etéreas murmura el 25

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz