BCCCAP00000000000000000000501
ENTRADA TRIUNFAL Era una mañana plena de luz, de color y fragancia p1imaverales. Jesús había hecho noche en Betania y se puso en camino de Jerusalén. Iban con El sus discípulos y también otros muchos que habían ido a ver al Nazareno y a Lázaro resucitado. El a~re matinal estaba cargado de los perfumes de los huertos en flor. Jesús con sus acom– pañantes siguió el camino baldeado de palmeras, olivos y almendros, y llegó enfrente del villorrio de Betfagé. Allí el Maestro se detuvo un momento y dio orden a sus discí– pulos que le trajeran un jumentillo con un asna que en– contrarían atada a la entrada de aquel caserío. Traído el jumentillo con su asna, montó el Maestro en aquella humilde cabalgadura, pues se proponía entrar en aquella mañana en la Ciudad Santa como Rey manso y pacífico, según estaba anunciado por un Profeta. Como el jumentillo no tenía montura, los discípulos quisieron enjaezarlo con sus propios mantos. En esto se había reunido un tropel de gente. Falta– ban sólo cinco días para la Pascua, y muchos peregrinos. instalados en las cercanías de Jerusalén junto con los moradores de las granjas y alquerías, al darse cuenta de que pasaba el Nazareno, salían para aclamarle. La fama de sus PfOdigios hacia vibrar de entusiasmo a aquellas 200
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz