BCCCAP00000000000000000000500

90 CÁNDIDO DE VIÑAYO, O. F. M., CAP. es accidental para nosotros. Lo que nos interesa es la frase tajante del Maestro. En sus palabras se ve que contiene un rasgo en gran manera expresivo de su autorretrato. Reflexiones ¡ Cuán distintos son los proyectos de Jesús y los de los hombres ! Estos, cuando pretenden realizar alguna em– presa de importancia, ante todo desean y procuran con– tar con dinero y con mucho dinero. Si se trata de hacer una revolución en lo social o en lo político, lo primero que se busca para lograr el ansiado éxito es dinero y mu– cho dinero. Según los pobres juicios humanos, no se puede llevar a cabo nada que merezca la pena contarse sin dinero y mucho dinero. Y este dinero se alcanza por todos los medios posibles, aunque sea en contra de toda ley y toda moralidad. Jesús viene al mundo para poner en práctica la em– presa más maravillosa que puede realizarse en el mundo: la instauración del reino de Dios en las almas. Emprende la revolución más grande que conoce la Historia de la Humanidad, y en vez de buscar dinero para ello, comien– za a desprenderse de todo y vivir privado de todo recurso humano. Viviendo en Nazaret, aunque pobre, al fin disponía de una humilde casita y unas herramientas con las que tra– bajaba para ganar su cotidiano sustento. Mas esto le pa– reció mucho para la obra de su apostolado. Por eso un día cerró la carpintería y emprendió una vida de pere– grino por los campos y poblaciones de Palestina. Ya no tenía nada. Vivía de limosna. Se despojó de todo, hasta poder decir con toda verdad: Las raposas tienen sus cue– vas y las aves del cielo sus niños; pero el Hijo del hom– bre no tiene donde reclinar su cabeza. He aquí los gustos de Jesús. Esta es la síntesis de su vida. Es dueño de todas las cosas del cielo y de la tierra, y se desprende de todas ellas. Para el éxito de su obra mesiánica escoge el renunciamiento, la privación de toda propiedad, la pobreza más absoluta. Es un peregrino sin

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz