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AUTORRETRATO DE CRISTO 85 cion, su ejemplo, su sacrificio son los medios para llevar a cabo la obra encomendada por el Padre. Jesús se halla ya en los comienzos de su conquista. Ha ganado para el reino de Dios un alma entregada a los des– varíos de la vida: la Samaritana. Se ha manifestado a ella como Mesías, y ella aceptó su mensaje de salvación. Y ella, no contenta con confesar que Él es el Cristo, Je quiere ganar adeptos entre los de su pueblo. Los sama– ritanos se quedan prendados de Jesús hasta reconocerle por Hijo de Dios. Son una mies que blanquea. Y se que– dan diciendo: «Nosotros le hemos escuchado y sabemos que Él es verdaderamente el Salvador del mundo» (Jn 4, 42). ¡ Gran lección la que da Jesús en las palabras que co– mentamos, las que no son sino delicados perfiles de su autorretrato! Hacer la voluntad del Padre y llevar a cabo su obra. Esta es su aspiración única. Para esto vino al mundo. En esto piensa en todo momento. Esta es su pre– ocupación constante. Este es el alimento de su alma. Esta lección de Jesús debiéramos tenerla bien presente en nuestra vida. Venimos al mundo por altísimo decreto para cumplir la voluntad de Dios y llevar a cabo sus de– signios. Nuestro fin sobre la tierra es servir al Señor, y mediante este servicio salvar nuestra alma. Esta debe ser nuestra principal ocupación. Este, el pensamiento en que había de estar absorta nuestra mente. Pero a veces nos olvidamos de esto. No pensamos más que en pasarlo bien; en gozar de la vida. No nos preocu– pamos más que del cuerpo. Nuestra alma muere de asfi– xia entre el polvo de las aficiones terrenas. Hacer la voluntad de Dios y llevar a cabo su obra. Es todo un programa de espiritualidad evangélica que Jesús nos propone con su ejemplo. Hacer la voluntad de Dios es guardar sus divinos mandamientos que son el camino que conduce a la eterna felicidad. Hacer la voluntad de Dios es vivir rectamente haciéndonos acreedores a sus bendi– ciones y gracias, gozando de una bienaventuranza antici– pada. Llevar a cabo la obra de Dios es prestarle genero– samente nuestro servicio, buscando por encima de todo